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Casa Decor presenta su nuevo 'escenario' en Madrid

02.03.2017 17:05

En la celebración de su 25º aniversario, Casa Decor desembarca, por primera vez, en la zona más exclusiva y lujosa de Madrid: el barrio de los Jerónimos. Sin duda, es un auténtico privilegio contar con uno de sus señoriales edificios de viviendas como sede para una edición tan especial. El certamen ya tiene fechas oficiales confirmadas y se desarrollará entre el 10 de mayo y el 18 de junio.

Durante estos 25 años, Casa Decor ha ocupado medio centenar de edificios de todo tipo y morfología –embajadas, escuelas, palacetes, fábricas...–, hasta cerrar el círculo en esta edición y volver a sus orígenes fundacionales: redecorar un majestuoso edificio de viviendas de 1900. La majestuosidad de este edificio no sólo se mide por su tamaño, alrededor de 2.800 metros cuadrados.

Su grandeza reside en la belleza de sus espacios, todos ellos bañados por la luz que penetra desde alguna de sus dos fachadas: la principal, que da a la calle Antonio Maura; y la posterior –pero igualmente hermosa–, hacia la calle Méndez Núñez. Nos hallamos ante un edificio en
perfecto estado de conservación, una auténtica joya de la arquitectura burguesa madrileña de principios del siglo XX.


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Cuenta con innumerables elementos de la construcción original (suelos, chimeneas, puertas, ventanas, carpintería, zócalos, pomos, cerrajería...), que lo convierten en un valioso representante,
muestra fidedigna de una época convulsa y de forma de vida particular, ya pasada, que definía la funcionalidad de las viviendas.

Su emplazamiento privilegiado, sus características arquitectónicas y su estado de conservación propiciaron que el edificio de Antonio Maura 8 fuera calificado, en 2015, como el metro cuadrado más caro de la capital. Una pepita de oro, en términos de los expertos, que tenemos el honor de ocupar como sede de Casa Decor 2017.

Distribuido en 4 plantas, bajo, semisótano y un bajocubierta de buhardillas, el edificio cuenta con dos escaleras (principal y de servicio), adosadas a ambos lados de las medianeras de los inmuebles colindantes, dejando libre el espacio central donde se ubican las viviendas.

Dos patios interiores dotan de luz las zonas internas, aunque son las citadas fachadas las que proporcionan abundante luz natural a las estancias principales. Las viviendas fueron sometidas a reformas parciales para su modernización y, en los últimos años, se destinaron a oficinas comerciales. A pesar de las sucesivas remodelaciones, las intervenciones fueron muy respetuosas con los elementos originales como los suelos de madera de pino melis, las columnas de hierro
fundido o las chimeneas de mármol.

Especial atención merece la planta bajocubierta, donde se puede apreciar una laberíntica sucesión de buhardillas y de pequeñas viviendas en su estado original. También cabe destacar la vivienda del portero, ubicada en el semisótano, que nos transporta, de manera sorprendente, al Madrid galdosiano de principios del XX.