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Impulso en Cersaie 2015 para romper el techo exportador

05.10.2015 15:30

No hay que abandonar ningún mercado. No se puede descartar ninguno, por difícil que sea la situación en algunos casos”. Son palabras de Pilar Castañ, directiva de la firma El Molino, a la hora de valorar la evolución de la feria Cersaie 2015, que esta semana ha tenido lugar en Bolonia (Italia). La declaración resume a la perfección el balance que la delegación española de firmas cerámicas hace de su paso por el certamen: optimismo en un contexto de dificultad y ganas de superar adversidades para que el cierre del año 2015 marque un nuevo récord de facturación en los mercados internacionales. “Es un momento complicado, porque hay muchos mercados tocados... Libia, Rusia, Ucrania..., pero vamos a seguir trabajando”, añadía Castañ.

“La globalización es una realidad”, certifica el consejero delegado de Vidres, Joaquín Font de Mora, para aludir a que, “cuando hay cualquier variación o inestabilidad en el plano político o económico, directa o indirectamente tiene consecuencias en el mercado de la cerámica y, por tanto, en el sector azulejero de Castellón”. Lógico cuando el ‘Tile of Spain’ está presente en 175 países, prácticamente todos los del mundo. Y es que, cuando una puerta se cierra, el sector inmediatamente se activa para abrir otra.

En general, los empresarios españoles se han marchado satisfechos de Cersaie. La respuesta general es que ha habido “mucho público” y desde “el primer día de feria, desde el lunes, que tradicionalmente era más flojo para las operaciones”, indicaban desde Pamesa. “Hemos recibido a más profesionales que el año pasado”, apuntaba Vicente Cataluña, de Bestile, mientras que desde Grespania se aseguraba que “la feria ha sido espectacular, con mucho público e interés por parte de todos los mercados”.

Sin embargo, la respuesta no ha sido homogénea. Cersaie sí se ha manifestado, una vez más, como la feria con mayor capacidad de atracción de visitantes internacionales, una llamada a la que no han faltado los principales clientes de la Unión Europea, ahora mismo el grueso del negocio cerámico para las firmas provinciales. Pero también ha constatado una bajada de los profesionales de Rusia y los países del Este en general, acuciados por una crisis que en lo que va de año ha mermado las ventas en un 45% con respecto al 2014. También se ha evidenciado una notable ausencia de clientes de los países árabes, aunque en este caso se ha debido a la coincidencia del certamen con la celebración de fiestas y tradiciones locales.

Aun así, hay empresarios que recuerdan que tanto unos como otros son clientes que suelen decantarse más por visitar Cevisama.

Lo que sí ha habido, y mucho, es cliente asiático. Después de años en retirada, estos profesionales han acudido en masa, cámara en mano, para tomar buena nota de las novedades que se están cocinando en los hornos de las empresas españolas e italianas. Chinos, japoneses, coreanos, taiwaneses... han conformado una amplísima delegación internacional que no se ha perdido detalle de nada. Pero también se han paseado por el BolognaFiere muchos clientes indios y paquistanís, dos de los países que están emergiendo con más fuerza.

“Ahora queda lo más difícil. Transformar el interés en pedidos”, remarcaba desde Azuliber Fernando Palomo. De momento, el sector crece un 4,1% hasta julio. De seguir así, este 2015 romperá el récord del 2014, cuando se exportó por valor de 2.300 millones de euros, una previsión que el presidente de Ascer, Isidro Zarzoso, ve factible, siempre y cuando los mercados continúen como hasta la fecha.