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El sector cerámico, citrícola y químico instan al puerto a ganar aún mayor competitividad

02.12.2016 10:01

El puerto de Castellón es un pilar fundamental para la actividad empresarial y comercial de la industria de Castellón, pero debe seguir trabajando en la mejora de su competitividad, para que sirva de aliado al crecimiento de la economía provincial. Y por supuesto, no se puede aplazar más tiempo las infraestructuras pendientes: corredor mediterráneo, acceso ferroviario sur, estación intermodal y polígono logístico.

Es a grandes rasgos, el resumen de las aportaciones vertidas por los empresarios Fernando Roig, presidente de Pamesa; Joaquín Ballester, presidente del Grupo Martinavarro; y Bruno De Bièvre, presidente de UBE Corporation Europe; tres de las firmas que más tráfico aportan al recinto marítimo de Castellón en sus respectivos sectores: cerámica, cítricos y químico. Los tres participaron en una mesa redonda, en la que diseccionaron su visión sobre las ventajas de operar a través de PortCastelló y cómo podría ser todavía más útil. Junto a ellos también estuvo la secretaria autonómica de Economía y Comercio, Blanca Marín.

Fernando Roig destacó que el Grupo Industrial Pamesa importa a través del puerto «600.000 toneladas anuales de materias arcillosas y feldespatos de Ucrania, Turquía, Este de Europa y Portugal», lo que supone «un 14% de todo el granel que se importa». «La entrada de materias por el puerto es muy importantes para nosotros», insistió, pero insistió en que «hay que ser más competitivos». Y arrojó un dato: «El 30% del coste del transporte marítimo desde Turquía se va en el pago de tasas y de estiba».

El presidente de UBE Corporation Europe, Bruno De Bièvre, admitió que el crecimiento de la compañía «no hubiera sido posible» sin contar con el puerto, mientras que el del Grupo Martinavarro, Enrique Ballester, incidió en que PortCastelló «puede ser más importante de lo que ya es en este momento». De un lado, afirmó que el puerto puede ser importante no solo para exportar, «sino como un motor de la importación de cítricos del hemisferio sur, para que haya una continuidad» en la actividad de los almacenes cuando en Castellón no es temporada y, a su vez, se reexpida «hacia toda Europa».

Ballester puso el ejemplo de su propia empresa, que recientemente ha experimentado con fruta importada desde «Argentina y Uruguay». Y reclamó más conexiones, entre las que citó líneas «hacia el Mediterráneo Oriental», para reforzar el envío de cítricos a «Arabia Saudí» o incluso «conectar con Rusia» a través del «Mar Negro», argumentó.

EL CORREDOR NO PUEDE ESPERAR // Si en algo se mostraron de acuerdo todos los empresarios es en reclamar las infraestructuras pendientes. «El corredor mediterráneo ferroviario es fundamental», dijo Ballester, quien recordó que en los inicios de la exportación de cítricos, «hasta el 90% y el 100% de la fruta» se expedía por tren, mientras que ahora es todo por carretera, con los problemas logísticos que se generan «en Lyón». «Necesitamos vagones», añadió.

Fernando Roig instó a la administración a «hablar menos y a hacer más», y resaltó la «riqueza» que generaría el corredor, al tiempo que alertó del «colapso total» que se generará con la opción prevista del tercer hilo, en lugar de hacer una nueva doble plataforma independiente solo para mercancías.

Por su parte, De Bièvre reclamó «una conectividad adecuada para UBE y el resto de empresas petroquímicas del polígono del Serrallo (BP, CLH... entre otras), y resaltó que el tren permitiría llegar «a nuestros mercados en Alemania y Benelux» mediante un sistema «más respetuoso con el medio ambiente, más económico, evitando saturar carreteras y más seguro», o enviar los fertilizantes a Murcia, «más fácil y seguro».

«Si se reducen los costes logísticos, se crea más empleo y más inversiones», concluyó Roig.