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15.500 empleos en peligro para un sector que funciona

26.10.2012 09:25

El horizonte de la industria cerámica se llena de nubarrones. Desde que se conoció que el Gobierno meditaba la implantación de una tasa ecológica --la realidad es que solo tiene fines recaudatorios-- hace ahora más de tres meses, la industria ha alzado la voz de alerta.

El motivo no es otro que las patronales Ascer --de fabricantes de azulejos-- y Anffecc --de fritas y esmaltes cerámicos-- vaticinan que la medida “asestará un duro golpe a su competitividad y viabilidad empresarial”. Es decir, hará entrar en pérdidas a las empresas del clúster cerámico y, por lo tanto, desembocará en la destrucción de empleo, precisamente en un sector que ha visto cómo la crisis se ha llevado por delante del 45% de sus plantillas, hasta limitarlas a unos 15.500 puestos.

Ascer lo ha argumentado con datos e informes técnicos. El Gobierno pretende recaudar con el impuesto por el consumo de gas natural unos 30 millones de euros en el azulejo y otros 5 en las esmalteras. Pero “el sector no puede trasladar” el impacto de este coste “a los precios finales”, por lo que “tendrá un impacto negativo en la cuenta de resultados” de las empresas. Y también lo argumenta: un informe de la consultora KPMG incidía que las 21 mayores azulejeras, que facturaban más del 50% del conjunto del sector, solo obtienen un beneficio de 16,2 millones de euros, y de esas 21, un tercio ya estaba en pérdidas. Por tanto, teniendo en cuenta que el resto son de menor tamaño, queda claro que el sector no logra 30 millones de euros de beneficios.

Así pues, Ascer llega a alertar de que, tan solo que haya de 1 a un 2% de pérdida de empleo, la medida se volverá en contra del propio Estado, que verá mermadas sus arcas públicas, porque le supondría un coste al erario de 39 millones de euros, entre pérdidas de IVA, cotizaciones a la Seguridad Social, Impuesto de Sociedades o pago de subsidios, entre otros aspectos.

De ahí que los empresarios cerámicos no entiendan que se ponga en riesgo una industria que está altamente concentrada en Castellón, donde es su motor de empleo y riqueza, y que funciona bien. A pesar de la crisis, las exportaciones del sector han crecido un 12% hasta agosto, la producción acumula un alza del 3% respecto al año pasado y lleva meses con un nivel de empleo estabilizado en 15.500 empleos.

Asimismo, la patronal argumenta que hay resoluciones de la UE que reconocen que el sector, gran dependiente del gas, no puede reducir más su consumo, eximiéndole de impuestos.