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Ascer dice que Calatrava erró en la elección de materiales

29.01.2014 15:47

El hecho de que sea una obra tan visible y de que esté teniendo un amplio seguimiento en los medios de comunicación no es positivo para la imagen del sector”. La rotunda afirmación es de la patronal azulejera Ascer para valorar la caída de la piel cerámica de la cubierta del Palau de Les Arts Reina Sofía de Valencia, una obra del controvertido Santiago Calatrava que costó 500 millones de euros y que apenas fue inaugurada hace 8 años.

En cualquier caso, desde la organización de fabricantes de cerámica dejan claro que el problema “es producto de una mala técnica y no del material en sí mismo”. Es decir, que la culpa es de Calatrava y de las empresas Acciona y Dragados; el primero por diseñar el edificio con unos determinados materiales y las segundas por su deficiente ejecución.

LA MITAD YA RETIRADA // De hecho, son estas tres partes las que están asumiendo de su bolsillo la retirada del trencadís del exterior del edificio, unos trabajos que costarán unos 3 millones de euros y que ayer el Consell reveló que ya se encuentran al 50% de su terminación. Así pues, terminarán aproximadamente sobre el 10 de febrero y, finalmente, se ha optado por retirar por completo todo el revestimiento cerámico de la cubierta --inicialmente se habló de que solo serían las partes con problemas de adhesión--, sin que se sepa si se volverá a recubrir de piezas cerámicas o se buscará otra solución --se habló de pintarlo--.

“La hipótesis que todas nuestras fuentes señalan es que Calatrava utilizó una combinación equivocada de materiales”, relata Ascer, aludiendo a “planchas de acero y cerámica”, tal y como un día antes ya recogió Mediterráneo por boca de los profesionales de la colocación cerámica de Proalso. “El acero es considerado un soporte crítico para la colocación de recubrimientos cerámicos por su alta inestabilidad dimensional. Por tanto, todo el problema surgiría de un mal uso y una mala prescripción en la selección de materiales y por defectos en la ejecución que han provocado el fallo generalizado de la adherencia”, sigue Ascer.

FIRMAS PUNTERAS //  Ascer recuerda que las empresas del sector son “punteras en el “desarrollo de aplicaciones de la cerámica para la arquitectura”, alude a que “hay multitud de edificios contemporáneos” con un “adecuado uso de la cerámica” que están teniendo un “excelente comportamiento”, y recuerda que incluso en el caso del trencadís de obras históricas como las de Gaudí no “se ha caído el revestimiento”.

Ascer recuerda que está llevando a cabo un intenso trabajo de promoción, formación y prestigio de la cerámica entre los profesionales, con “más de 1.000 alumnos en las aulas de sus cátedras cerámicas”, y recuerda que existe La Guía de la Baldosa, un manual que “orienta en la toma de decisiones de los profesionales” para seleccionar el material cerámico, el adhesivo y el sistema de colocación adecuados para evitar problemas como el que ahora arrastra el Palau de Calatrava.