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El azulejo español modera su producción y constata su ralentización
El azulejo pasa por un momento complicado. La ralentización se ha traducido en un freno en la producción y ya han llegado los primeros expedientes de regulación de empleo y los cierres temporales de hornos. No obstante, la industria cerámica cuenta con una herramienta novedosa para sortear posibles dificultades económicas: la productividad de sus trabajadores, que se ha incrementado en un 50% en tan solo una década.
El dato lo ha desvelado el vicepresidente de Ascer y miembro del consejo directivo de Porcelanosa Grupo, Juan Francisco Ramos, cuestionado por la desaceleración que vive el clúster castellonense. «El sector ha sabido sobreponerse a momentos muy complicados, pues durante la crisis desaparecieron un 30% de las empresas, la producción cayó un 10% y las ventas un 21%, pero la productividad ha pasado de 22.000 metros cuadrados anuales por trabajador a los más de 33.000 actuales», afirmó.
El dato que sacó a relucir Ramos concuerda con las cifras oficiales. El Tile of Spain llegó a producir 605 millones de metros cuadrados de baldosas en 2007, año en el que estalló la crisis. El sector lo logró con unos niveles de empleo que superaron los 26.000 empleados. Ahora, con alrededor de 10.000 puestos de trabajo menos, de los hornos saldrán en 2018 alrededor de 540 millones de metros cuadrados.
Desde la patronal Ascer atribuyeron esta mejora a diversos factores, entre los que destacaron «la innovación, la optimización de los procesos productivos, los avances tecnológicos y los vinculados a la gestión, por ejemplo la logística, el aprovisionamiento o la actividad comercial».
Por su parte, el presidente de la Asociación de Técnicos Cerámicos, Juan José Montoro, aseguró a este diario que cuestiones como «la profesionalización de las plantas y las empresas» o la mejora de la maquinaria, con «hornos de más de 200 metros», han permitido «un crecimiento de la productividad anual de casi dos dígitos en el último lustro».