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El azulejo, preocupado por la inestabilidad al alza en Libia

  • El azulejo, preocupado por la inestabilidad al alza en Libia
    El barco 'Mom Rayme', consignado por Castellón Shipping, salió ayer de PortCastelló a Misurata (Libia). (GABRIEL UTIEL)
13.05.2015 10:26

La inestabilidad en Libia, con un clima de guerra civil y el bombardeo frente a sus costas, por parte del Gobierno del país, a un carguero turco que transportaba mercancía desde Castellón el lunes, han despertado “preocupación” entre el empresariado castellonense, en especial, la industria azulejera.

Y es que la cerámica es el principal producto que la provincia exporta a este país, noveno destino el año pasado, según la patronal cerámica Ascer. La facturación en pavimentos y revestimientos sumó 64 millones de euros en el 2014, frente a los 86 millones del ejercicio anterior, un -25%. En lo que va de 2015, en enero y febrero, las empresas castellonenses han vendido cerámica a Libia por 4,7 millones de euros, un -61,1%, un descenso de más de la mitad en un año. En total, la provincia ganó en la exportación 5,6 millones de euros, un -58,3%.

Pese a la incertidumbre, industria y líneas marítimas van a continuar con los envíos. Las consignatarias de PortCastelló mantendrán el servicio, al menos de momento. Ayer partió un barco de Castellón Shipping, con 4.500 toneladas y un 90% de carga de azulejos y otras materias primas, con destino a Misurata (Libia).

CASTELLÓN, LA TERCERA // Aun con esta coyuntura, Castellón es la tercera provincia de España que más vende a Libia. El vicepresidente de Ascer, José Castellano, apuntó: “Es preocupante este bombardeo porque afecta al libre comercio en el Mediterráneo. La exportación a Libia tiene una importancia relativa, pero está cerca y el pequeño consumo parece que despegaba”, indicó.

Desde la Cámara de Comercio de Castellón, su director, Joaquín Andrés, señaló la progresiva caída de la exportación a Libia, “mayor en los dos primeros meses del 2015”. En su opinión, “la inestabilidad política es un varapalo muy importante para los intereses comerciales. Es una amenaza real y hay que poner una solución, porque son muchos los intereses compartidos: petróleo, gas, materias primas, etcétera. Los números muestran una caída espectacular en transacciones comerciales, fácilmente explicables por el clima bélico”.