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BBB-Construmat pone el acento en la recuperación del sector

20.05.2015 15:16

La nueva edición del salón de la construcción de Barcelona llega con el inicio de la recuperación del sector. Los organizadores del certamen hicieron énfasis ayer en esa circunstancia, así como los agentes del sector, y todos, más allá del ciclo electoral por el que atraviesa el país, ven brotes verdes en la actividad que peor lo ha pasado durante la crisis en cuanto a pérdida de empleos: más de 1,5 millones de desocupados.

Renovado conceptualmente, Beyond Building Barcelona-Construmat -nuevo nombre para una industria que intenta redefinirse- fue inaugurado ayer por el alcalde de Barcelona, Xavier Trias, el director general de Arquitectura, Vivienda y Suelo del Ministerio de Fomento, Juan Van Halen; el secretario de Habitatge de la Generalitat, Carles Sala, y el director general de Fira de Barcelona, Agustí Cordón, entre otras personalidades. No hubo discursos, quizá para evitar mítines electorales, solo el recorrido habitual de las autoridades por el salón que tras unos días exclusivos para visitantes profesionales, los días 22 y 23 también estará abierto al público general.

TÉRMINOS CUALITATIVOS // La organización prevé superar los 49.500 visitantes de hace dos años, aunque el salón ha reducido ligeramente el número de expositores presentes -de 311 en la anterior edición a 300 en esta--, pero acogerá más marcas representadas, hasta 650. Aunque los responsables del salón que preside Josep Miarnau -presidente de Comsa-Emte- no se plantean el certamen tanto en términos numéricos como cualitativos en un momento en el hay que definir la reorientación de la actividad.

«Las previsiones que tenemos para el 2015 pronostican un incremento de la construcción residencial del 3,3% y del 6,4% de la construcción no residencial, con una media de crecimiento del sector del 5,1%», explica el informe Diseñando un nuevo ciclo de valor para la construcción, un trabajo realizado por José María O'Kean, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Pablo Olavide de Sevilla, para la presente edición del salón en el que se pone énfasis en que los profundos cambios sociales que han surgido de la crisis deben orientar la recomposición sectorial. «Sin duda asistimos a la regeneración de Construmat. Hemos tocado fondo y todos los indicadores nos dicen que estamos recuperando ocupación especialmente en el sector de la construcción», destacó ayer Carles Sala. La realidad es que de cada tres empleos que se crean ahora, uno pertenece al sector de la construcción. «Esperamos que a partir de aquí aparezcan nuevas oportunidades de empleo, sobre todo ligadas al ámbito de la rehabilitación», agregó Sala.

Despunta el empleo en el sector a raíz de una mejora de la edificación. «Las empresas del sector residencial están aumentado el número de promociones que tienen en marcha, particularmente en la primera corona metropolitana de Barcelona. Construyen más porque también hay más demanda», comentó el presidente de la Asociación de Promotores de Barcelona (APCE), Lluis Marsà. El consumo de cemento en Catalunya ha aumentado un 19,9% en abril respecto al mismo mes del año pasado, y consolida una tendencia positiva de varios meses, explicó la patronal Ciment Català.

PUNTO DE INFLEXIÓN // Hay unanimidad en que se ha alcanzado el punto de inflexión. «Viendo el salón me lo creo más. Y empiezo a ver grúas en la calle y algunas administraciones comienzan a programar inversiones», planteó el presidente del salón. Aunque, ha cambiado el paradigma. El reto era cómo sobrevivir durante la crisis. «Ahora el reto es cómo reconstruimos el sector y cómo aportamos a la sociedad la posibilidad de transformar y mejorar las ciudades», comento el decano del Col·legi d'Arquitectes de Catalunya, Lluis Comerón. Aunque la actividad está un 80% por debajo de los visados que se realizaban antes de la crisis. Ahora, «por lo menos, podemos añadir al reto de sobrevivir, el de cómo tiene que ser el futuro», agregó.

Nadie pasa por alto el año electoral. Las administraciones han programado más actuaciones que en años anteriores. «El año que viene no habrá elecciones, pero el país estará en mejor situación para destinar más dinero a una actividad que ha sido el capítulo presupuestario más castigado », insistió Miarnau.