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Cretaprint gana la batalla a Kerajet
- Fachada de EFI Cretaprint en Almassora (Castellón).
El Tribunal del Comercio de Valencia da la razón a Cretaprint y asegura que no robó la tecnología de Kerajet en el sistema de impresión digital cerámica. Fue Cretaprint, la firma de Almassora que precisamente fue comprada por la multinacional americana EFI debido a su gran crecimiento de ventas, la que comunicó la resolución, en un litigio que se arrastra desde mayo del 2011.
“El fallo del tribunal reivindica lo que hemos mantenido desde el principio, que la demanda del presidente de Kerajet, José Vicente Tomás Claramonte, era infundada y que su patente es inválida”, defendió ayer el asesor general de EFI, Bryan Ko, a través de un comunicado. “No vamos a tolerar afirmaciones infundadas que se presenten en contra de nosotros y defenderemos contundentemente, como hemos hecho siempre, nuestros derechos de propiedad intelectual”.
El diario Mediterráneo intentó ayer contactar con la dirección de Kerajet, sin que la compañía quisiera hacer ningún tipo de valoración ni los posibles pasos que tomarán.
De este modo, se resuelve uno de los conflictos más destacados de los últimos meses en la industria cerámica en materia de patentes e innovación. Hay que recordar que Kerajet presentó en mayo del 2011 una demanda contra Cretaprint --EFI adquirió la firma de Almassora en mayo del 2012-- acusándola de infringir su patente de productos digitales de inyección de tinta.
Desde el principio, EFI y EFI Cretaprint “han sostenido que no solo la demanda de infracción interpuesta por el señor Tomás Claramonte carece de base jurídica, sino que su patente es inválida”.
La importancia del litigio trasciende en que la tecnología de impresión digital o inkjet, como popularmente se la conoce, está experimentando un crecimiento exponencial en el campo de la industria cerámica en todo el mundo debido a sus múltiples ventajas, tanto a nivel de diseño, logística y como de costes.
Kerajet defendía que la innovación era de su propiedad y que el modelo desarrollado de Kerajet carecía de actividad inventiva, aspecto que se ha desestimado.