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Los derechos de CO2 aumentan un 50% y lastran al azulejo español

12.05.2021 08:14

El sector cerámico de Castellón desafió al coronavirus con un aumento de ventas totales y de exportaciones en el 2020. El presente año se mantiene con buen pulso, con un primer trimestre en el que la producción aumentó hasta el 15% respecto al anterior ejercicio. Pero no todos los números que rodean a esta industria son igual de favorables. Uno de los que más preocupa es el creciente precio que se tiene que pagar por los derechos de emisión de CO2.

En enero, el precio por tonelada estaba en 33,43 euros, mientras que en mayo ya roza los 50, con 49,88 euros. Esto supone un 50% más solo en el presente 2021. Desde Ascer, la patronal que agrupa a los fabricantes, mencionaron que los costes por las emisiones de CO2 para las empresas «siguen aumentando y la previsión es que la tendencia continúe. El pago total de los derechos prácticamente se ha cuadruplicado desde el año 2017». La media en lo que llevamos de año es de 40,88 euros, muy lejos de los 15,88 del 2018 o de los 5,83 registrados en el 2017.

Costes

La industria azulejera emite aproximadamente tres millones de toneladas de CO2 al año, que en el 2019 supusieron un coste de derechos de emisión de 21,1 millones de euros. De mantenerse por encima de los 40 euros por tonelada, al final del año podría alcanzar los 35 millones de euros. Esto supone un lastre para la competitividad de los fabricantes, que se ven obligados a repercutir este sobrecoste en el precio final del producto, o bien a la reducción del margen de beneficio.

No es esta la única inquietud por la que pasa el sector en los últimos meses. «Además del precio creciente del derecho de emisión se prevé que las nuevas reglas en el periodo 2021-2030 serán más restrictivas», añadieron desde Ascer. La medida pretende alcanzar el objetivo de reducción en un 43% comparado con las emisiones del año 2005.

«Actualmente el sector cerámico no dispone de una alternativa al gas natural que le permita reducir las emisiones de CO2 de acuerdo con los objetivos fijados, por tanto, en el corto y medio plazo», por lo que la normativa de comercio de emisiones supondrá una merma adicional de competitividad», concluyeron.