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"El azulejo es un ejemplo de éxito que hay que extender a otros sectores"

09.04.2018 10:07

Vicent Soler (Rocafort, 1949) es, además de conseller de Hacienda y Modelo Productivo, catedrático de Economía Aplicada y todo un experto en la historia industrial y económica valenciana de la última centuria. Además de gestionar la hacienda de la Generalitat y negociar en Madrid un nuevo sistema de financiación, Soler se ha marcado el reto de cambiar el modelo económico valenciano.

--A principios de este año, el Consell presentó las bases de un plan para cambiar en diez años el modelo económico valenciano. ¿En qué momento estamos?
--El Plan de Acción para la Transformación del Modelo Económico recoge iniciativas para modernizar el tejido productivo con el denominador común de conectar talento, ciencia y tecnología. Ahora se abre un periodo de debate con los agentes sociales con el fin de recoger sus aportaciones. No aprobaremos ningún plan que no recoja las propuestas de empresarios y sindicatos.

Simultáneamente, tanto desde Economía Sostenible, como de Hacienda y Modelo Económico, estamos ya ejecutando líneas de apoyo a las empresas que se orienten hacia el cambio del modelo productivo. En colaboración con el Institu Valencià de Finances, subvencionamos los intereses de los préstamos para inversiones que potencien la innovación, el trabajo de alta cualificación y las mejoras medioambientales o en digitalización. Esta iniciativa, abierta hasta el 30 de noviembre, está teniendo una especial acogida en Castellón. En las próximas semanas constituiremos con la UJI una cátedra universitaria de Transformación del Modelo Económico que nos permita apuntalar la evolución hacia ese nuevo sistema productivo.

--¿Cuáles van ser los ejes que permitan a la Comunitat y a Castellón apostar por un modelo basado en el conocimiento?
--Uno de los tres sectores con más peso en el Valor Añadido Bruto de toda la Comunitat es el sector azulejero, junto con alimentación y transporte. Este sector se caracteriza por tener una vocación abierta al exterior y por su nivel de innovación, manteniendo una tradición asociativa. El azulejo es un claro ejemplo de cooperación de éxito que nos gustaría extender a otros sectores.

---La industria 4.0, que este jueves se analizará en unas jornadas organizadas por ‘Mediterráneo’, es el futuro y la Comunitat y Castellón van por detrás de regiones como el País Vasco. ¿Por qué es importante no perder ese tren?
--Nos queda aún mucho camino por recorrer, pero vamos en la dirección adecuada. El reto de las empresas pasa por especializarse y convertirse en líderes de aquello que ponen en el mercado, porque eso les da más capacidad de marcar precios y, por tanto, de tener beneficios que pueden invertir en innovación o en extenderse a nuevos mercados. En la Comunitat empezamos a tener empresas de este tipo, que no compiten ofreciendo precios bajos, sino en la combinación de precio-calidad-diversidad. Compañías que desarrollan estrategias de competitividad y de innovación en productos y modelo de negocio, en lugar de apostar por bajadas de salarios, despidos o impagos cuando la competencia aprieta.

--Para acometer un cambio de modelo económico, hace falta dinero y la Comunitat no lo tiene. El Consell lleva años reclamando un nuevo sistema de financiación y ahora parece que el Gobierno está dispuesto a reestructurar la deuda de las comunidades que cumplan con el déficit. ¿Qué le parece este anuncio?
--Ese anuncio representa un insulto y una burla a todos los valencianos porque obvia lo fundamental, y es que algunas comunidades, como la valenciana, generamos déficit a pesar de que gastamos menos que la media. Eso se debe a la crónica infrafinanciación que sufrimos y a la que nos condena el Gobierno de Mariano Rajoy con un modelo caducado desde 2014. El Gobierno central está instalado en el maltrato a la Comunitat y, lo que es peor, parece cómodo en ese maltrato. Una parte de nuestros ingresos nos llega, no como al resto mediante transferencias, sino en préstamos del FLA que contribuyen a incrementar la deuda de la Comunitat y que luego hay que devolver con intereses. A los valencianos nos van a costar 3.223 millones en costes financieros.

--Esta decisión del Gobierno coincide con la negociación del sistema de financiación autonómica, donde la Comunitat abandera la reivindicación para que el Estado dé una solución definitiva a la infrafinanciación autonómica. ¿Qué espera de esta reforma?
--La reforma es necesaria y además urge. Por primera vez, la Comunitat Valenciana ha elaborado un modelo para toda España, y se nos escucha. Y nuestro modelo se basa en que todos los españoles tengan las mismas oportunidades. El actual sistema de financiación autonómica está infradotado. No es una cuestión del dinero que reclame una administración frente a otra. Detrás de nuestra reivindicación está la cobertura adecuada de tres de los cuatro pilares del Estado de Bienestar, la sanidad, la educación y la protección social. A quien se lo pueda pagar no le preocupa. Pero para la inmensa mayoría de los ciudadanos el sistema público es clave. Por ello, hay que incrementar los recursos globales del sistema para acabar con la actual infradotación, origen de desigualdades.

--El Gobierno acaba de presentar los Presupuestos Generales del Estado. En la Comunitat la inversión ha crecido, pero continúa estando muy por debajo de la media nacional. Y en Castellón la tendencia es la misma, de los 73 millones a los 141,3 de este año. ¿Qué valoración le merecen?
--Los presupuestos suponen un nuevo mazazo para la Comunitat porque nos condenan a seguir en el furgón de cola de la inversión estatal por habitante. El año pasado éramos los últimos y éste, los antepenúltimos. En Castellón las cifras están distorsionadas porque dos actuaciones, las relacionadas con el corredor mediterráneo y los accesos al puerto, absorben el 72% de los recursos, 103 de 141 millones. El corredor es un proyecto general, que no se mide provincia a provincia, y que computa porque pasa por Castellón. Sin embargo, el Gobierno ha dejado en la cuneta proyectos estratégicos como la doble plataforma de alta velocidad Valencia-Castellón o el tramo castellonense de la línea Sagunto-Teruel-Zaragoza. También se relega el Plan de Cercanías y se ignora la conexión de Castellón con Cataluña por la CV-10. Tampoco hay soluciones para los problemas de la N-340. Para colmo, las cuentas olvidan demandas como la mejora de la Comisaría de Vila-real, los cuarteles de la Guardia Civil de Onda, Vilafranca y Almassora, o el Archivo Histórico Provincial. H