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La facturación de Porcelanosa Grupo suma 806 millones en el 2018, el 3,4% más

22.01.2019 10:57

"Son todo buenas noticias». Son las primeras palabras pronunciadas ayer por la consejera delegada de Porcelanosa, María José Soriano, al abordar el balance de un ejercicio, el 2018, que la compañía cerró con una facturación en las divisiones industrial y comercial que ascendió a 806 millones de euros, lo que representa un 3,4% más que en el 2017.

Soriano habló de «satisfacción» porque «el año acabó bien», dijo, para añadir que «acabó mejor en la creación de empleo», sobre la que destacó que en la provincia de Castellón se crearon durante el periodo 200 nuevos puestos de trabajo, a los que se suman 100 más en el resto de España.

Sobre este punto, José Benlloch, el alcalde de Vila-real, ciudad en la que tiene su sede Porcelanosa Grupo, puso de relieve la importancia de la compañía para lograr las actuales bajas cifras relativas de desempleo en el municipio, así como la estabilidad de los salarios y puestos de trabajo.

INVERSIÓN

María José Soriano resaltó igualmente que, dentro del plan trienal de inversiones de 250 millones para la construcción y renovación de instalaciones, durante el último ejercicio se materializaron más de 100, en la línea del objetivo de «mejorar en eficiencia energética y gestión de residuos, sin perder de vista la innovación de producto», aseveró.

En lo que respecta a los mercados, la directiva de la firma puso de manifiesto que los países que han «dado más alegrías» durante los últimos 12 meses «han sido España, por fin; Portugal; la Federación Rusa, que también ha vuelto a despertar; México y Países Bajos». Puntualizó, además, como un elemento positivo, que los buenos resultados en las ventas se han producido de forma «repartida» en el conjunto de la geografía internacional.

La consejera delegada de Porcelanosa aseguró que, pese a haber sido un año con «incertidumbres e inestabilidades económicas en muchos países», están «muy contentos» porque han «vuelto a crecer», esta ocasión un 3,4 %.

En este sentido, Soriano quiso matizar que la compañía vila-realense no se plantea crecimientos de dos dígitos, sino que la filosofía de trabajo pasa por mantener «un ritmo moderado», con la pretensión de que sea «un crecimiento sostenido, estable, sin altibajos que puedan poner en peligro a la empresa», de manera que se consoliden los resultados de cada avance para no estancarse, pero tampoco arriesgar.