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Los fondos internacionales hacen negocio en el azulejo

09.06.2014 09:54

La industria cerámica provincial es una actividad industrial rentable y con futuro. De ahí que exista “apetito inversor”, en palabras de los expertos de KPMG Auditores, por parte de empresarios e importantes fondos internacionales, que han puesto su mirada en el clúster de Castellón como vía para rentabilizar su dinero.

Y así lo demuestran los hechos. Mediterráneo publicaba esta semana en exclusiva que un jeque árabe, propietario de Dar Ceramics, con sede en Jeddah (Arabia Saudí), se hacía con la propiedad de las filiales de la histórica --y quebrada-- esmaltera de Ribesalbes Colorificio Cerámico Bonet, fundada en 1957.

La operación se impulsa a través de Kab International Trading Holding CO SL, un grupo financiero multinacional, con sede en Kuwait, pero que opera en otros mercados como Hong Kong, Chipre, Shanghai y Shenzen. De momento, en la subasta, se ha quedado con las filiales de la compañía (México, Argentina, Portugal, Sudáfrica y China), así como la maquinaria de su matriz y la propiedad industrial (marca, patentes...). A día de hoy puja también por comprar la sede inmobiliaria de la compañía en la provincia de Castellón, operación ahora en negación con los bancos, propietarios del suelo y el edificio, por el préstamo hipotecario de 18 millones que la compañía adquirió con las financieras, y cuyos flecos podrían cerrarse este mismo mes, según ha podido saber este rotativo.

Pero esta es solo la última de una --ya larga-- lista. De hecho, dos de estas operaciones de compraventa aparecen en el ránking de las más importantes llevadas a cabo por fondos de inversión y capital riesgo de España del último ejercicio 2013. Nazca Capital, la sociedad gestora de entidades de capital riesgo con sede en España y especializada en el aporte de recursos financieros y apoyo directo para el desarrollo de proyectos empresariales de crecimiento, aportaba a finales del pasado año 45 millones de euros para tomar el 95% de las particiones en Fritta, con sede en Onda.

Del mismo modo, el anuario de la Asociación de Empresas de Capital Riesgo, que acaba de divulgarse, recoge entre las operaciones destacadas del pasado año 2013 en España la protagonizada por Ged Iberian Private Equity, la sociedad gestora de entidades de capital riesgo con sede en Madrid y que a finales de ejercicio ampliaba su participación en Azulev, la fabricante de pavimentos y revestimientos cerámicos con sede en Onda. La operación tipo ‘buy out’ permitía Ged Iberian tener una participación de 9 millones de euros en la compañía, después de que CatalunyaBanc se desprendiera de su cuota.

Pero no han sido las únicas, si bien el proceso parece que en los últimos meses se está acelerando. De hecho, el socio responsable de de las oficinas de KPMG, Bernardo Vargas, aseguraba hace poco en Castellón que “hay apetito inversor” por parte de las compañías, porque “han ganado competitividad, están exportando... las empresas se han vuelto atractivas”.
Pero los ejemplos de este suma y sigue se multiplican. A finales del año 2013, la familia Benavent, propietaria del grupo Keraben, se desprendía de la esmaltera Kerafrit. Un inversor argelino, Abdelhafid Haddad, con importantes compañías y operaciones en el norte de África, adquiría la compañía de Nules, que terminó el pasado año con una facturación de 18 millones de euros.

Pocos meses antes, Zirconio, la histórica firma de Vila-real, pasaba a manos del conglomerado industrial Niro Ceramic (Niro Granite), con sede en Malasia, por nueve millones de euros. Unos meses antes, la norteamericana EFI pagaba 40 millones de euros para anexionar la fabricante de tecnología de decoración digital Cretaprint, para asegurarse una parte del negocio creciente de la inkjet. También la americana Mohawk se hacía ni más ni menos que con la italiana Marazzi, con dos plantas en Castellón, por un valor de 1.500 millones de dólares.

Y acaba de conocerse que el fondo de capital riesgo Investcorp, con sede en el emirato Barhéin, y que controla el 49% de Esmalglass, de Vila-real, tiene interés en desprenderse de su parte de su partición en la esmaltera, para lo que podría sacarla a Bolsa y alcanzar un valor de 1.000 millones de euros.

EN CLAVE LOCAL // No solo el capital extranjero apuesta por ganar participación dentro del sector cerámico provincial. Los empresarios ‘patrios’ también se han sumado en los últimos meses a esta tendencia por aprovechar las gangas y las oportunidades que la crisis económica está generando el conjunto del tejido industrial.

En este sentido, el caso último, y más llamativo, es el de Pamesa, que en febrero anunciaba públicamente que adquiría Navarti, constituyendo un conglomerado empresarial de 400 millones de euros de negocio y el millar de empleados.

También el Grupo Fuertes, propietario de marcas como ElPozo, y que ya tenía presencia en Todagres, anunciaba que adquiría el 100% de las acciones de la compañía de Vila-real, con el ánimo de relanzar la empresa y garantizar su plena viabilidad.