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Industria desatasca la primera mina para el azulejo

13.12.2017 09:59

Buenas noticias para el sector azulejero, en este caso en lo que se refiere a su fabricación. El Gobierno ha emitido, en base a los correspondientes informes de la Generalitat valenciana, fundamentalmente de la Conselleria de Economía Sostenible, la autorización para la prórroga de una de las cinco explotaciones mineras que desde la Asociación de Empresarios de Sílices, Caolines y Arcillas de la Comunitat Valenciana (Aescav) venían «reclamando», dice su presidente, Ricardo Rodríguez.

Con ello, parece que por fin las reclamaciones de la asociación de mineros y de la patronal azulejera Ascer empiezan a dar sus frutos. No en vano, es el primer proyecto de este tipo que sale adelante en casi dos décadas.

CAPACIDAD MUY ALTA

Concretamente, se trata de una de las explotaciones «que más reservas aporta, con una capacidad de suministro muy alta» y que está ubicada en la provincia de Valencia. Así, en la asociación ya han recibido «el visto bueno» a la prórroga de explotación de esta mina, de la que se extrae arcilla para la pasta roja; minerales caoliníferos para la pasta blanca, y cuarzo para fabricar fritas y esmaltes --es su materia prima principal, a través del óxido de silicio, apunta Ricardo Rodríguez-- y este aval está «a punto de ser publicado».

La prórroga de esta explotación minera valenciana «ya relaja mucho la presión sobre el suministro» de materias primas a la industria cerámica, señala el presidente de Aescav. Y es que se trata de un proyecto «de millones de toneladas» de extracción anual y los 20 años de prórroga establecen «un marco temporal más amplio y una garantía para el sector cerámico» en una mina que actualmente está en producción.

Además, por lo que parece, esta buena nueva no llegará sola. Para «el primer trimestre del año que viene esperamos el segundo expediente» de prórroga, afirma Rodríguez. Eso sí, esto no se espera que tenga incidencia en los costes de fabricación de cerámica, cuyo aumento de los últimos años, según el presidente de Aescav, no está relacionado con los materiales que se extraen de estas explotaciones, sino de «metales pesados y tierras raras, como el cadmio o el selenio», que se importan para productos cerámicos más diferenciados. Y es que, «a pesar de la escasez, no ha habido aumento del coste de la arcilla o el caolín», asegura Rodríguez.

El BOE ha publicado además la prórroga de otras dos explotaciones, una en el Rincón de Ademuz y otra en Teruel, pero van dirigidas sobre todo a las tareas de restauración ambiental de las mismas, ya que ambos yacimientos «tienen poco interés».