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“Las grandes superficies no lo tienen todo”

03.11.2014 15:24

Son grandes, tienen muchos recursos económicos y humanos y han venido para quedarse. Las multinacionales se consideran la competencia más amenazante para el almacén de construcción tradicional, que observa con temor las impresionantes ofertas y campañas de márketing, así como las extraordinarias superficies de venta que despliegan estas compañías.

La pregunta que se hace el distribuidor es ¿cómo puedo competir? Grupo Ibricks aporta algunas claves para responder a este cuestión:

1. Diferenciarse por la calidad y el servicio. No podemos ofrecer lo mismo que las grandes superficies porque solo por tamaño y capacidad financiera nos ganarán la partida.
Este punto es generalmente el más importante y el más sencillo de conseguir, ya que el almacén asociado en Ibricks ya está posicionado por calidad y servicio. Sin embargo, es importante ser consciente de que tenemos esta ventaja diferencial en el mercado, por lo que hay que potenciarla y comunicarla constantemente con acciones de márketing sencillas pero muy efectivas.

Además, la imagen del punto de venta es otro factor clave. La primera impresión es crucial: el atractivo del local, la imagen corporativa, la buena disposición y presentación de los productos o la indumentaria del personal que atiende transmiten un mensaje de modernidad y profesionalidad superior al que se pueda encontrar en la gran superficie.

2. Fidelización del cliente. La atención al cliente es la principal fuente de fidelización. Ofrecer un trato personalizado, profesional y que refuerce la confianza es un factor crítico, porque es algo que no siempre proporciona la gran superficie, donde la experiencia del cliente frecuentemente es insatisfactoria, por lo que es una gran fuente de diferenciación.

Es importante para ello que el personal del almacén se forme constantemente tanto en novedades de producto como en técnicas de atención y gestión del cliente en el punto de venta.

3. Optimización del negocio mediante sinergias con otros almacenes. Ahora más que nunca, la unión hace la fuerza. La colaboración entre almacenes tradicionales a todos los niveles es esencial para conseguir ventajas competitivas equiparables a las grandes superficies: no solo en compras, también en las ventas.

La agrupación de compras para conseguir mejores precios, las ventas entre almacenes y proyectos conjuntos, la realización de acciones de márketing a bajo coste o el intercambio de información para encontrar soluciones creativas o tomar decisiones son las ventajas más importantes de estas sinergias.

Ibricks trabaja con sus asociados en todos estos factores clave para incrementar la competitividad en oposición a las grandes superficies. A las multinacionales, en lugar de considerarlas como una amenaza capaz de destruirnos, debemos verlas como una oportunidad para obligarnos a ser más eficientes y competitivos, de forma que podamos evolucionar como negocio.

Las presiones son muchas, pero si el almacén se centra en aquello en lo que es fuerte y diferente, podrá encontrar la forma de competir y de ganar. El mensaje que lanzamos desde Ibricks es “fuera complejos, tenemos las armas para competir y ganar en este mercado”.