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Más esfuerzos para que Soria reconsidere el ‘tasazo’

11.04.2014 09:41

Castellón está redoblando esfuerzos estos días en la cruzada para evitar el estoque del Ministerio de Industria al sector cerámico, al acabar con las bonificaciones a la cogeneración a través de la nueva reforma energética. Ayer, tanto en la sede de la patronal CEC como en Valencia, en la de Cierval, se organizaron sendas jornadas por el alto impacto de los costes energéticos en la competitividad de las empresas, a raíz de la nueva normativa.

Además, la Diputación de Castellón registró una moción para el próximo pleno (el 29 de abril) que pide, según indicó el portavoz popular Miguel Barrachina, “solicitar un encuentro inmediato al Ministerio de Industria con los representantes empresariales del azulejo y activar todos los mecanismos posibles para modificar esta legislación y hacer que finalmente sea lo más beneficiosa posible para el sector cerámico”.

Precisamente, como ya adelantó Mediterráneo, el conseller de Industria, Máximo Buch, junto al director general del Ivace-Energía, Antonio Cejalvo, entregarán y explicarán las alegaciones a la reforma, cara a cara, frente al secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal, en una reunión el próximo martes, 15 de abril.

“Se va detallar el impacto sobre la cogeneración y las alegaciones presentadas a la orden de parámetros retributivos para tratar de minimizar el impacto en la industria azulejera”, resaltó Cejalvo. Para Buch, el decreto “no gusta a nadie, ni siquiera al Gobierno”, pero debe “asumir unos gastos terribles” por “los compromisos heredados”. Por ello, mantienen “reuniones constantes” con el Gobierno, como la del martes, “para paliar al máximo el impacto de las medidas”. También la directiva de la CEC y su secretario general, Rafael Montero, consideraron “vital” la cogeneración para “la reindustrialización que nos ayudará a salir de la crisis”.

Montero exigió al Gobierno una solución y alertó que “las empresas soportan unos costes energéticos que se igualan a los laborales”. Y propuso un “mix energético”, igual que el presidente de Cierval, José Vicente González, quien vinculó energía a competitividad, por lo que hay compañías que “se plantean trasladarse a EEUU”. Fuentes de Ascer, cuya junta rectora se reunió ayer, apuntaron que ven difícil “mover fábricas a otros países unos años por la energía”, pero lo que no descartan son cierres. Por ahora, pendientes de la tramitación, suman el apoyo de más sectores a su Manifiesto.