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El nuevo convenio azulejero se enreda con recortes y la crisis

10.11.2014 10:22

No podrá ser un trámite rápido. Tanto empresarios como sindicatos UGT y CCOO confiaban en una rápida negociación del nuevo convenio que regulará las relaciones laborales del azulejo de 14.500 trabajadores en los próximos años, habida cuenta que el actual expira el próximo 31 de diciembre.

La cordialidad ha durado muy poco, apenas los minutos que se tardó en constituir la mesa de negociación entre las tres partes, formada por 28 miembros, 14 por cada parte. Inmediatamente después, la patronal de fabricantes de baldosas cerámicas Ascer puso sobre la mesa una plataforma con propuestas como congelación salarial, el aumento de la jornada laboral, mayores dosis de flexibilidad en la organización del trabajo, la eliminación de la antigüedad... como muestra el gráfico adjunto, que causaron estupor entre los negociadores de los trabajadores.

Y por si todo esto no hace ya de por sí lo suficientemente compleja la situación, los últimos datos estadísticos de ventas y de producción conocidos, en clave muy negativa, no vienen si no a caldear todavía más los ánimos. Las exportaciones cayeron en agosto un 13,2% y, si bien son positivas en el acumulado del 2014 (un tímido 3%), las ventas en el mercado nacional no despegan todavía y la producción ha caído en septiembre un 1,2%, una tasa negativa que llevaba muchos meses sin registrarse, y que hace pensar en una causa-efecto.

El discurso entre ambas partes no puede estar más enfrentado. De un lado, los empresarios contraponen sus recetas al crecimiento de los resultados y el mantenimiento del empleo: “Ascer es consciente de que su propuesta es compleja y difícil de consensuar, pero entiende que es imprescindible hacerlo para seguir defendiendo entre todos, empresas, sindicatos y trabajadores, el futuro de la industria y su eempleo”. Del otro, los sindicatos hablan de un “ataque directo a los derechos de los trabajadores”, en una coyuntura que, “sin ser buena”, “tampoco es tan negativa” como lo fue al arranque de la crisis, allá por el año 2008 y 2009.

En pocos días, y a lo largo de las próximas semanas, queda un largo camino para llegar a un entendemiento. En la mente de Ascer, UGT y CCOO queda alejar el fantasma del conflicto social que se vivió en la última negociación, y que terminó con la celebración de tres días de huelga que, si bien no llegaron a parar los hornos, sí que tensionaron al máximo las posturas.

De momento, el primer paso lo van a dar los sindicatos. El próximo viernes, 14 de noviembre, UGT y CCOO han convocado a sus delegados del azulejo para debatir y redactar la que será su batería de reivindicaciones, y que pasa ineludiblemente por una revión al alza de los salarios, “moderada, pero al alza”, han remarcado ambos colectivos de representantes sindicales.

El documento que surja de cada foro será luego consensuado, de manera que se unificará y se presentará a la patronal en la cita que hay programada para el día 19 de noviembre. Será la primera reunión efectiva de trabajo y la que realmente mostrará la distancia entre ambas posturas.