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Ricardo Bofill proyecta con Porcelanosa Grupo el rascacielos más alto de València
Con más de 100 metros de altura y un diseño abierto en el que las formas curvas y las aristas se intercalan de una forma dinámica, el arquitecto Ricardo Bofill abre una nueva etapa en el urbanismo de la ciudad de València con la Torre Ikon.
Formada por 203 viviendas y áticos con vistas panorámicas a la ciudad, esta exclusiva promoción residencial de Kronos Homes (con fecha de finalización en 2023) se convertirá en el rascacielos más alto de la ciudad. Con el objetivo de consagrarse como un icono de la arquitectura vertical, la nueva creación de Bofill se ubicará junto al Palacio de Congresos de València y frente a la avenida de las Cortes Valencianas defendiendo su estilo posmodernista con las colecciones premium de Porcelanosa Grupo.
Los esfuerzos que la multinacional ha realizado en términos de innovación y sostenibilidad ha propiciado que sus productos adquieran una nueva lectura y uso en este proyecto con la exclusividad como valor principal.
Formadas por zonas comunes y privadas que se conectan entre sí, las viviendas de Ikon unen nobleza y minimalismo a través de materiales cálidos como las maderas cerámicas de Porcelanosa o las naturales de L’Antic Colonial, las cocinas de Gamadecor, el equipamiento de baño de Noken y Gamadecor o las soluciones técnicas de Butech (todas las empresas pertenecen a Porcelanosa). La selección de materiales, especialmente escogidos para este proyecto, demuestra el compromiso de Porcelanosa Grupo con el arquitecto y su mirada inclusiva.
La búsqueda de la luz y la racionalidad está presente en gran parte de la obra de Bofill, como reflejan algunas de sus obras más destacadas, auténticos iconos de la arquitectura mundial. Entre ellas destacan, La Muralla Roja (Calpe), el edificio Walden 7 (San Justo Desvern, Barcelona), la Terminal 2 del Aeropuerto de Barcelona, el Teatro Nacional de Cataluña, el infinito Dearbon Center (Chicago, EEUU) o las torres gemelas La Porte (Luxemburgo).
Entendiendo la arquitectura como el arte de organizar el espacio para comprender el mundo de hoy y la naturaleza del hombre, Ricardo Bofill emplea un lenguaje cuidado y real con la solidez y el vacío como planos complementarios. De ahí surge esa necesidad de expresar el orden oculto de las cosas con proporciones sofisticadas y volúmenes contrastados. Dos conceptos con los que recupera la cultura social de las ciudades desde los rasgos locales y la abstracción formal.
Esa visión global y geométrica es la que emplea en el proyecto de la Torre Ikon, cuyo lenguaje arquitectónico incluye zonas comunes (un gimnasio, una piscina con solárium, un espacio gourmet y un jardín mediterráneo) transformando al inquilino en un ciudadano activo con las políticas públicas y urbanísticas de su territorio.