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Seguimiento de la primera jornada de huelga en el azulejo

12.12.2012 15:28

La industria cerámica de Castellón vivió ayer su primera gran convocatoria de huelga sectorial en 34 años, una llamada a la protesta que si bien no logró parar los hornos, salvo excepciones, sí que logró reducir la actividad de las empresas, especialmente en el área de producción, la más afectada por la crisis y los recortes laborales. Al final del día, guerra de cifras: los empresarios, vía Ascer, estimaron el seguimiento en un “17%” de la plantilla sectorial --estipulada en 15.500 profesionales--, mientras que los líderes sindicales lo elevaron al “80%”.

Desde la patronal, justificaron lo elevado del dato de respaldo --en la pasada huelga general del 14-N lo cifraron en el 4%-- a la coincidencia con la “ejecución de un buen número de ERE de suspensión temporal” y al “inicio de periodos de vacaciones propios de estas fechas”. Los sindicatos hablaron sin ambages de “éxito”, porque “a los trabajadores se les está tocando directamente el bolsillo”. De hecho, algunos aprovecharon para reivindicar atrasos salariales y extras sin cobrar en sus respectivas firmas.

PROBLEMAS PUNTUALES // La protesta, que sigue hoy y que continuará mañana --para enero hay previstos seis días más, en dos tandas de tres--, es la respuesta de los sindicatos UGT y CCOO a las pretensiones de la patronal azulejera Ascer en la negociación del convenio colectivo de reducir salarios o aumentar la flexilibización de la jornada. La huelga se desarrolló sin incidentes graves, aunque sí hubo denuncias de empresas y trabajadores por presuntos abusos de poder. Por ejemplo, UGT reconoció haber presentado dos denuncias ante la Inspección de Trabajo por cercenar el derecho de los trabajadores a la huelga, citando el ejemplo de Grespania, donde “en la puerta misma, junto al piquete, se encontraban el dueño y el gerente de la empresa con el fin de motivar a los trabajadores a no secundar la huelga”. Los sindicatos también denunciaron la movilidad interna de trabajadores en las empresas para cubrir vacantes y mantener la producción, práctica que, recordaron, está prohibida por ley.

Ascer, por su parte, anunció “oportunas denuncias” por “impedir la libre circulación de personas y mercancías”.

DESDE EL PRIMER TURNO // La actividad de los piquetes informativos se activó a las 6 de la madrugada, con la entrada del turno a las plantas. En términos generales, todas las acciones fueron pacíficas, si bien no faltaron momentos de tensión, como el que protagonizaron los piquetes a la puerta de Inalco, en l’Alcora, donde los sindicalistas aprovecharon las vallas de unas obras cercanas para bloquear el acceso a la factoría. La situación se solventó con la intervención de la Policía Local. Informa Javier Nomdedéu.

Otro conflicto se vivió ante la planta de porcelánico de TAU, donde se quemó un contenedor, se rompieron cristales y se bloqueó el paso a los trabajadores que quisieron acceder a su puestos. Finalmente, y a pesar de la intervención de la Guardia Civil, la dirección de la firma reconoció que ayer “no se trabajó en producción, sí en oficinas, ventas y administración”, lamentando que hechos como el de ayer van en contra del “esfuerzo que la empresa hace por continuar, al tiempo que cumple con sus obligaciones con los trabajadores”.

Situación similar se vivió en Navarti, en Onda. Los piquetes ocuparon el patio de cargas y fue necesaria la Guardia Civil para permitir la actividad logística. Por su parte, en Porcelanosa, en Vila-real, no hubo piquetes, pero el departamento de Recursos Humanos del buque insignia del azulejo español en el mundo reconoció que “ha habido un 70% de seguimiento”, centrada en sus tres --de las ocho-- firmas del grupo dedicadas a la fabricación y venta de recubrimientos cerámicos. En Azteca, de l’Alcora, informaron de que trabajaron “con normalidad, los hornos están en marcha y el personal de administración y ventas está todo”, aunque sí reconocieron “ausencias en producción”. “Estamos al 80-85%”, señalaron.

De este modo, la huelga en el azulejo sí se ha dejado sentir, aunque sin parar en seco la actividad. Las empresas llevan días aprovisionadas de materias primas para poder trabajar, si bien algunos transportistas prefirieron ayer evitar circular por temor a la presión de los piquetes. Estos se concentraron en los accesos a los polígonos industriales de Onda y l’Alcora, ejecutando cortes puntuales del tráfico, que la Guardia Civil reabrió sin más problemas y de manera ordenada. Las protestas siguen hoy.