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El Tile of Spain ve "incumplible" el plan de transición energética del Gobierno

12.03.2021 10:24

La descarbonización de los procesos productivos, es decir, la reducción de emisiones de carbono, está centrando el debate durante los últimos años en instancias europeas, hasta el punto de que será uno de los criterios decisivos a la hora de elegir qué proyectos son financiados con los fondos de recuperación. Un proceso que la principal industria de la provincia, la cerámica, ve con bastantes reservas, ya que pese a la decidida acción del sector hacia una mayor sostenibilidad, los plazos que impone tanto la Comisión Europea como el Gobierno central en esta materia son «incumplibles».

El motivo es claro. «Hoy en día no existen alternativas energéticas que nos permitan sustituir el gas natural en el proceso productivo», explican desde la patronal cerámica, Ascer. Además, por el momento tampoco se atisba una solución a medio plazo, puesto que «las alternativas que existen necesitan madurar y tardarán al menos 10 años en desarrollarse».

Muy tarde si se tiene en cuenta que la Estrategia de Descarbonización a Largo Plazo, un documento que responde a los compromisos de España como Estado miembro de la Unión Europea, marca que en el 2030 tiene que haber una reducción de un 55% de las emisiones, y del 100% en el 2050.

Exigencias

Por ello, califican de «duras» las exigencias de descabonización que ha marcado la política medioambiental de la Comisión Europea y del Ejecutivo español, porque además esta problemática se añade a otras en materia de eficiencia energética que, advierten desde la patronal, pueden poner en serio peligro la competitividad de las empresas.

Como por ejemplo en el ámbito de emisiones de CO2, donde «los costes para las empresas se incrementan progresivamente». «El reparto de derechos de CO2 es cada año más restrictivo y con un precio de la tonelada que aumenta. Nuestro sector ha pasado de pagar 5,4 millones de euros en el 2017 a 21,1 millones en el 2019», manifiestan. Además, añaden, no se ha incluido a la industria en el listado de sectores que están afectados por el CO2 indirecto.

Más dificultades, las planteadas por el anteproyecto de ley para la creación del Fondo Nacional de Sostenibilidad del Sistema Eléctrico, que implica la obligación de las empresas cerámicas --también las de otros sectores-- a financiar las energías renovables, la cogeneración y la valorización energética de residuos. «Va a significar un aumento del coste para el sector de 213 millones de euros durante cinco años», aseguran.

En la práctica esto significará, vaticinan en Ascer, una pérdida de competitividad de la cerámica española, ya que tendrá que asumir otro incremento adicional de costes de la energía mientras sus competidores tienen costes mucho más bajos en este apartado. España, recuerdan, «cuenta con el gas natural más caro de la UE, principal insumo energético para la producción de baldosas cerámicas».