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Una experiencia sensorial con estrella Michelin y Techlam

01.12.2016 13:35

Córdoba es un destino imprescindible para todo viajero que ame el arte, la cultura y la historia. Esta ciudad andaluza reúne uno de los cascos históricos más grandes del continente europeo y de los pocos en los que comparten protagonismo tres civilizaciones con un gran peso cultural: el judaísmo, el cristianismo y el mundo musulmán.

Desde marzo de 2016 Córdoba presume un nuevo imán, y en este caso muy sabroso. Se trata del restaurante Noor, donde el renombrado chef Paco Morales ha querido recuperar el legado culinario del califato de Córdoba, la época de mayor esplendor cultural de la ciudad allá por el siglo X.

Lo más peculiar de esta arriesgada apuesta es el esmerado y mimado estudio en fuentes históricas que el equipo de Noor ha desarrollado para recuperar recetas e ingredientes propios de aquella época, y su personal interpretación en clave de cocina de vanguardia.

No todo en Noor es cocina, investigación, historia e innovación. Quien visite esta meca culinaria, que ha logrado su primera estrella Michelin tan solo seis meses después de su apertura, percibirá que la decoración y el interiorismo también son protagonistas de este restaurante. Si hay que ponerle nombre a este protagonismo es el de Techlam, el versátil material porcelánico del Grupo Levantina que Paco Morales eligió personalmente para recrear la creatividad, el detallismo, el amor por la geometría y los motivos vegetales propio del arte del Islam, tan presente en Córdoba en monumentos como la Mezquita, el palacio de Medina Azahara o incluso los Reales Alcázares.

El secreto de este proyecto de interiorismo es la versatilidad de Techlam®, que permite imprimir digitalmente estos motivos y por tanto personalizar la idea que Paco Morales tenía en su cabeza: un homenaje a la cultura andalusí que el comensal puede observar tanto en la fachada exterior del restaurante como en su interior.

Nada más atravesar la puerta de Noor comienza una experiencia única e irrepetible en ningún restaurante del mundo. La primera sorpresa llega cuando el equipo de sala del local invita al cliente a lavarse las manos con agua de rosas. A continuación atravesamos una cortina para entrar en el comedor, un juego de luces, blancos y negros que te trasladan de manera muy sutil a los años del Califato de Córdoba. Todo está pensando al detalle, desde la vestimenta de los camareros a la música ambiente, pasando por la vajilla, cubertería y, por supuesto, el menú. Un verdadero homenaje a la cultura andalusí.

Los platos que desfilan por la mesa desprenden un profundo respeto por la historia, pero también una firme defensa de la cocina de vanguardia. Por esa razón Paco Morales no utiliza ningún ingrediente que no existiera en la Córdoba del S.X, es decir, materia prima tan común como el tomate, el chocolate o la patata, que sustituye por elementos llenos de seducción: agua de azahar, agua de rosas, algarroba, naranja amarga, miel de caña o mantequilla de nata ahumada de cabra.

Cuatro palabras resumen la experiencia culinaria en Noor: aromas, sabor, elegancia, delicadeza. Pero el cuaderno del viajero aficionado a la gastronomía que decida disfrutar de cualquiera de los menús de Noor se llenará de recuerdos ligados a combinaciones de aromas, juegos agridulces, ingredientes exóticos y sabores reconocibles en la tradición andaluza. Es historia convertida en gastronomía de vanguardia, un proyecto donde se une talento e innovación made in Spain de la mano de Paco Morales, su equipo y el Grupo Levantina.