MADRID. El Ayuntamiento de Madrid ha presentado este viernes la recuperación integral de la antigua Casa de los Vargas, el jardín renacentista y la singular galería de burlas, tres elementos históricos que pasarán a formar parte de la Real Casa de Campo y que prevén su reapertura al público en 2027, coincidiendo con el quinto centenario del nacimiento de Felipe II. La delegada de Cultura, Turismo y Deporte, Marta Rivera de la Cruz, ha detallado el proyecto en rueda de prensa, acompañada por el equipo de la Dirección General de Patrimonio Cultural y Paisaje Urbano. La intervención pretende rescatar un edificio considerado clave para comprender la historia de Madrid y recuperar “el único jardín del siglo XVI que se va a poder ver en la capital”.
La Casa de los Vargas se levantó a comienzos del siglo XVI junto al río Manzanares. En 1561 fue adquirida por Felipe II, coincidiendo con la decisión del monarca de trasladar la corte a Madrid. La finca, propiedad hasta entonces de doña Antonia Manrique de Valencia, viuda de Francisco de Vargas, se integró en el gran proyecto paisajístico que transformó la villa en sede regia. El inmueble sufrió una importante reforma en el siglo XVIII, cuando Carlos III encargó al arquitecto Francisco Sabatini la solución de graves problemas de humedades y la redefinición de su imagen exterior en clave neoclásica. Esa envolvente sabatiniana, muy transformada en el siglo XX por intervenciones que demolieron los pabellones laterales, será uno de los dos grandes momentos históricos que el proyecto quiere recuperar, junto con la estructura original del siglo XVI.
Hasta ahora, el Ayuntamiento ha invertido más de 800.000 euros en estudios históricos y arqueológicos, así como en el desmontaje de elementos añadidos sin valor patrimonial. La actuación cuenta con 10 millones de euros de financiación europea procedentes del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, y se ejecutará con criterios de sostenibilidad, mínima intervención, reversibilidad y puesta en valor de los restos arqueológicos. En el proyecto participan más de una treintena de profesionales, entre arquitectos, historiadores, arqueólogos, paisajistas, restauradores, ingenieros, físicos y químicos.
Las excavaciones han sacado ya a la luz los arranques de los muros del siglo XVI, pavimentos de los siglos XVI, XVII y XVIII, restos de chimeneas, escaleras desaparecidas, vigas originales y piezas singulares como azulejos mudéjares, capiteles y una columna del XVI integrada en una obra posterior. Estos hallazgos permitirán reconstruir el volumen de la casa original mediante estructuras ligeras de madera, sin reproducir materiales antiguos, pero explicando con fidelidad la evolución histórica del edificio.
La planta baja se convertirá en un recorrido arqueológico, en el que se podrán observar los distintos niveles de suelos levantados a lo largo de los siglos, incluida la elevación de 40 centímetros ordenada por Sabatini para combatir las humedades. En la planta superior se reforzará la conexión visual entre la casa, el jardín y la galería de burlas y se recuperarán las armaduras mudéjares del siglo XVI en las estancias donde está documentada su existencia.
La intervención paisajística, basada en los restos arqueológicos y en una exhaustiva documentación histórica, permitirá restituir con precisión el diseño renacentista que Felipe II encargó a los mejores arquitectos e ingenieros de su época. Se recreará la disposición geométrica original, fundamentada en proporciones renacentistas y alineaciones basadas en triángulos equiláteros y módulos repetidos en la casa, el jardín y la galería. El futuro jardín ocupará más de 10.000 metros cuadrados, de los que más de 4.000 se dedicarán a plantaciones.
Está prevista la incorporación de cerca de 25.000 plantas, incluidos 155 árboles nuevos —caducifolios, perennes y frutales—, una colección de 120 rosales y más de 700 arbustos. Entre las especies elegidas figuran naranjos y frutales en espaldera, en línea con la tradición de los jardines cortesanos del Renacimiento. El espacio se articulará en tres grandes ámbitos:
1. Jardín museográfico, donde los visitantes podrán contemplar parterres de nudos, pavimentos históricos y una fuente central inspirada en modelos coetáneos.
2. Jardín de cuadros, estructurado en módulos geométricos con setos de mirto y una colección botánica basada en el tratado del capellán jardinero Gregorio de los Ríos, que inventarió el jardín original en el siglo XVI.
3. Jardín del Emperador, presidido por la reconstrucción volumétrica de la Fuente del Águila —cuyo original se conserva en el Museo de las Colecciones Reales— y acompañado de zonas arboladas y del antiguo pasadero alto, un dique histórico formado por alineaciones de árboles.
Rivera de la Cruz ha subrayado que la recuperación del jardín renacentista permitirá “pasear por un espacio que, cinco siglos después, mantiene el espíritu de los jardines filipinos” y ha comparado este proyecto con otros jardines históricos madrileños como los de Sabatini, El Capricho o Cecilio Rodríguez.
El elemento más singular del conjunto será la llamada galería de burlas, considerada por los expertos como la pieza “más fascinante” del proyecto y “única” en España. Se trata de una gruta renacentista con juegos de agua, comparable a las galerías italianas del siglo XVI, pero excepcional por su grado de conservación estructural, que permite comprender todo su sistema hidráulico original.
Aunque hoy se conserva sin sus revestimientos decorativos, la arquitectura mantiene la composición espacial primigenia y deja ver, como si fuera una radiografía, el funcionamiento de los dispositivos hidráulicos que sorprendían a los visitantes de Felipe II. La intervención respetará las estructuras existentes y solo reconstruirá los volúmenes necesarios para facilitar su lectura museográfica. Está previsto que este espacio pueda visitarse mediante recorridos guiados, según se ha avanzado en la presentación del proyecto.
Una vez concluidos los trabajos arquitectónicos y paisajísticos, se desarrollará el proyecto museográfico, orientado a explicar la importancia de la Casa de los Vargas y su entorno en la construcción de la capitalidad de Madrid y en la historia de los Reales Sitios.