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Diseño

Proyecto | Un ático en Madrid recobra su esplendor arquitectónico con la reforma de Mayúscula Estudio

El mayor reto del proyecto ha sido «la integración fluida entre el interior y el exterior para realzar la belleza y funcionalidad de todos los espacios»

20.11.2024 09:43

Mayúscula Estudio ha revitalizado un ático en la calle Núñez de Balboa, ubicado en pleno corazón del distrito de Salamanca en Madrid. Mediante una reforma integral, el proyecto inicial buscaba una «conexión fluida entre el exterior y el interior, comenzando con la recuperación de la terraza previamente eliminada, para luego dotar al interior de una contemporaneidad única, con personalidad propia y elegantes toques clásicos».

«Desde el inicio, las directrices clave fueron aprovechar al máximo la luz natural, reducir el ruido visual y utilizar materiales que transmitieran calidez y naturalidad, acompañados de una paleta de colores claros. Estas ideas las hemos plasmado mediante el uso estratégico de amplios ventanales y puertas enrasadas, y una cuidada selección de materiales nobles, como la madera y la piedra natural, acompañados de una decoración en tonos neutros», declaran José Manuel Fernández y Gerardo Malo, arquitectos, interioristas y fundadores de Mayúscula Estudio.

«La gran revelación del proyecto fue el descubrimiento de una doble altura oculta en el comedor, lo que nos permitió recuperar parte del valor arquitectónico original del edificio y añadir una dimensión inesperada y enriquecedora al espacio», añaden. El ático cuenta con cocina-salón, comedor, tres dormitorios en suite, terraza, recibidor, pasillo y baño de cortesía.

Una terraza recuperada y conectada con los espacios comunes

Mayúscula Estudio ha recuperado la amplia terraza que había sido integrada años atrás a la casa. Convertida ahora en un refugio de desconexión y relax, y con amplio espacio para albergar momentos con familia y amigos, la terraza deja de nuevo a la luz la fachada del edificio. El mármol de las mesas se fusiona con una decoración en tonos neutros, donde destaca el zig zag de los cojines de Lizzo. Un sofá de dos plazas de hierro y madera, junto a cuatros sillas de madera y tela de Point, y la decoración con plantas completan este idílico escenario.

A través de grandes y resistentes ventanales, la terraza conduce directamente a un salón que, unido asimismo a la cocina, dan como resultado un espacio que supone una amplitud de la propia zona exterior. Las formas de las molduras aportan señorío y distinción al interior, iniciando su presencia en el salón y recorriendo con coherencia el resto de la vivienda. Las molduras se enfatizan con iluminación artificial, complementadas, aquí, con focos de luz en el techo y una elegante lámpara colgante de Lyfa.

Junto al gran ventanal, un proyector escondido puede surgir en cualquier momento para establecer una verdadera y armoniosa sala de cine. En el salón, con una paleta de tonalidades neutral, el sutil contraste de colores surge a partir del mobiliario y los elementos decorativos, como la cómoda butaca de Ethnicraft, los distintos cojines de Lizzo y Pepe Peñalver, las variadas mesas de centro de Point, el elegante banco de piel de Domkapa o los próximos taburetes de Potocco que hay en la cocina. La presencia de arte, sello distintivo en el trabajo de Mayúscula Estudio, llega a esta estancia de la mano de una obra de Jordi Alcaraz, situada sobre el sofá del salón, y de Joan Hernández Pijuan, ubicada en un lateral de la cocina.

La cocina, pensada para ser paso transitorio entre comedor y salón, cuenta con amplios armarios de madera y una delicada combinación de tonos claros en encimera y aplacados. La media isla creada, en Arena Satin de Neolith, es la base para la lámpara colgante de Marset. El revés de un lateral de la cocina, convertido en una interesante librería con baldas de cristal, se convierte en una excelente opción para dar la bienvenida a la casa; además de su función estética y práctica, sirve para vestibular el acceso y dar privacidad.

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Desde la terraza y la cocina se abre paso el comedor, donde es protagonista la doble altura descubierta durante la reforma, un valor estructural importante al que se le ha dado textura y calidez con un equilibrado mural decorativo. Un panelado, aplicado a una altitud más baja, permite iluminar el papel pintado para enfatizar la doble altura y convertir el espacio en un ambiente acogedor. Las molduras, de nuevo, se muestran en su máximo esplendor para transformar el entorno en una obra maestra. Lámparas de Secto, que combinan tres tipos de madera, sobrevuelan sobre una mesa de grandes patas de madera y base en Strata Argentum de Neolith. La composición la completan varias sillas de Calligaris, creadas con madera maciza y textil texturizado en tono piedra. El artista Gerard Maló infunde color y geometría al espacio a través de dos imponentes obras que se ubican en la pared.

«El conciso recibidor, el baño de cortesía y el dormitorio más pequeño se concibieron como un mismo volumen estructural, actuando como zona divisoria y transitoria entre las áreas de noche y de día. Este cubo, revestido de paneles lacados, sirve como elemento central y nos ha permitido esconder puertas y eliminar ruido visual. Desde aquí nace un elegante suelo de roble en espiga que se extiende a lo largo del pasillo hasta los dormitorios. Este espacio se realza con un rodapié alto y detalles en latón, tanto en las juntas del suelo como en las molduras a lo largo del luminoso pasillo», afirman los arquitectos e interioristas.

El aseo de cortesía destaca por su lavabo de bloque de travertino, un material también presente y protagonista en los otros baños de la vivienda. El lavabo, que se extiende hasta el suelo, está complementado con grifería integrada oscura de Imex y un espejo de madera con formas redondeadas, aportando un toque de distinción y continuidad en el diseño.

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Zona de noche: espacios independientes y de gran diseño en cada estancia

La zona de noche se caracteriza por la creación de espacios independientes y de gran diseño en cada estancia. El acceso al dormitorio principal se realiza a través del baño, el cual presenta una estética cálida y acogedora, condecorado con dos obras de Gerard Maló en las paredes. El suelo combina madera y piedra, y la zona del lavabo incluye un mueble suspendido de madera sobre el que se asienta un amplio lavabo con encimera integrada de travertino. Este módulo se completa con grifería negra de Imex y un impresionante espejo hecho a medida.

A cada lado, dos puertas de suelo a techo en vidrio acanalado delimitan la zona del inodoro y la ducha, proporcionando luminosidad sin perder intimidad. Como en el resto de los baños, las paredes son de microcemento, se han construido hornacinas funcionales y se han seleccionado calentadores de ducha vintage.

La zona de descanso del dormitorio principal incluye un cabecero de altura media, cuya parte trasera forma el vestidor. Este cabecero-vestidor bajo permite dar más amplitud visual al espacio sin sacrificar funcionalidad. Las molduras presentes se enfatizan con iluminación artificial. Los colores claros, así como los textiles orgánicos y naturales, se materializan en la ropa de cama, los cojines de Alhambra y la alfombra de Linie Design. Dos lámparas plateadas de Lyfa se ubican en el cabecero para enmarcar el diseño con estilo y originalidad.Un detalle distintivo son las puertas del primer y segundo dormitorio con madera acanalada en la cara que da al pasillo, siendo la parte interna de lacado blanco. Este toque se convierte en un remate visual que, al final del pasillo, les aporta mucha jerarquía.

El segundo dormitorio cuenta con una base neutra sobre la que contrastan los diversos tonos verdes que aparecen en la estancia, como los del cuadro de Gerard Maló, la cama de La Redoute, los cojines de Pepe Peñalver o las mesitas de noche circulares de Novamobili.Junto a las impactantes molduras de pared, las curvas también están muy presentes en el ambiente, a través de una imponente cómoda de madera maciza de la firma La Redoute, la mesita auxiliar de Ethnicraft que descansa en una de las esquinas y las luces de lectura que hay sobre el cabecero.

El elegante suelo de espiga lleva al vestidor y al aseo incorporado, cuyos detalles son similares al baño en suite del dormitorio principal. El vestidor cuenta con un revestimiento de madera y amplio espacio de almacenamiento. El baño se caracteriza por el uso de piedra natural en suelo y lavabo, grandes espejos que crean una sensación de amplitud, puertas de suelo a techo con vidrio para la zona de ducha, y paredes revestidas con microcemento, aportando un toque moderno y funcional.

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Un tercer dormitorio apuesta por una base en tonos blancos que sirve como lienzo para resaltar textiles en matices terracota y beige, acompañados de elementos en negro, como las mesitas empotradas y las delicadas lámparas de pared. Las formas geométricas cobran protagonismo en el cuadro de Gerard Maló y los cojines de Pepe Peñalver, como el que luce un elegante patrón damero.Un sutil espejo, estratégicamente colocado, amplifica la luz natural que inunda la habitación a través de la ventana. Las molduras, una vez más, enmarcan el espacio, creando un ambiente que destila elegancia, sofisticación y luminosidad.

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Lenguaje moderno con toques clásicos

Este nuevo proyecto de Mayúscula Estudio logra combinar un lenguaje que fusiona modernidad con toques clásicos, como las molduras diseñadas a partir de volúmenes limpios y contemporáneos. Las molduras de paredes y techos, la iluminación indirecta integrada, la presencia cálida de la madera y la elegancia de la piedra, aportan carácter y atemporalidad a la vivienda. El mayor valor añadido ha sido la integración armoniosa entre el interior y el exterior, conectándolos de manera fluida y natural, gracias al uso de grandes ventanales y la continuidad del suelo.