CASTELLÓ. La patronal Ascer y los sindicatos UGT y CCOO han celebrado una nueva reunión de la negociación para el nuevo convenio colectivo de la industria cerámica. La reunión ha concluido sin acuerdos, aunque se detecta un acercamiento de posiciones en dos de las principales reclamaciones formuladas desde la parte sindical. Desde UGT, Javier Ferreres detalla que la parte empresarial ha propuesto una mejora salarial acumulada del 6% para el periodo 2026-2028.
Una cifra que se reparte en un 2,5% para el próximo año, el 2% para 2027 y un 1,5% en 2028. »Se trata de una subida insuficiente, porque está por debajo de lo que se ofrece para la mayoría de sectores industriales de nuestro país», afirma. Desde CCOO, Jordi Riera comenta que este incremento que Ascer pone encima de la mesa «supone una mejora de medio punto por año respecto a su primer planteamiento, pero nosotros seguimos reclamando una subida igual al IPC más un 1%, con el fin de que los trabajadores recuperen parte del poder adquisitivo perdido en los últimos años». Desde Ascer afirman que las reclamaciones salariales de los sindicatos y el hecho de haber «reiterado la mayor parte de sus reivindicaciones dificulta considerablemente la aproximación».
Otra de las cuestiones tratadas tiene que ver con la disminución de la jornada anual. «Ascer empieza a entender la importancia de reducirla», menciona Riera, aunque tanto él como Ferreres detallan que no ha habido una concreción en el número de horas que podrían reducirse cada año. «Pensamos que podría ser una posibilidad de atraer a más jóvenes al sector de la cerámica», detalla el representante de CCOO. Ferreres espera a que en las próximas reuniones «aporten concreción a lo que nos han indicado».
Por otro lado, la parte de los trabajadores insiste en mejoras salariales para aquellas personas que trabajan en turnos de fin de semana, mediante una revisión del sistema actual.
Por parte de la patronal se expusieron dos nuevas amenazas para la competitividad del sector, como el recorte de las retribuciones a la cogeneración, así como los planes de descarbonización que marca Europa, y que podrían suponer fuertes penalizaciones económicas para las industrias que consuman gas. Un planteamiento de Bruselas en el que los sindicatos no están de acuerdo, por lo que plantean ir unidos de la mano de la patronal para mostrar su rechazo.
La próxima reunión será el 9 de diciembre, en la que se esperan limar detalles ante los salarios y la jornada, además de plantear borradores sobre los protocolos de emergencia climática y estrés térmico, que ambas partes se han propuesto adelantar para la nueva cita.