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La industria de Castellón necesita apoyo para evitar la deslocalización

Tanto empresarios como la Generalitat Valenciana inciden en que hay que facilitar las inversiones

12.01.2023 10:19

Castellón puede presumir de ser una de las provincias de España con un mayor peso de la industria. Concretamente, el 36% respecto a su producto interior bruto (PIB). Pero para que esto siga siendo así, se deben tomar decisiones por parte de todos los actores de la economía, que incluyen el respaldo de las administraciones públicas en forma de ayudas. Esta fue una de las conclusiones de la primera de las mesas redondas que se celebraron en el transcurso de la jornada empresarial de PortCastelló.

El presidente de la patronal CEV Castellón, Luis Martí, recordó que la industria de la provincia, dominada por la cerámica «es inteligente, sostenible medioambientalmente e inclusiva gracias a su empleo de calidad», pero advirtió de que es «imprescindible invertir en ella, porque vivimos una guerra de competitividad entre los Estados Unidos y China».

Detalló que en estos momentos «hay un plan Marshall, con los Next Generation, pero no lo podemos desaprovechar, y no podemos permitir que la burocracia lo impida».

Una provincia ligada a la industria

El secretario general de la patronal cerámica (Ascer), Alberto Echavarría, se preguntó: «¿Qué puede pasar en la provincia sin industria?». La respuesta no es halagüeña: «La cerámica supone el 48% del empleo industrial, y si la cerámica se enfría, todo Castellón se enfría». Por eso, comentó que «se necesita un plan» para reforzar este segmento de la economía, ya que la cerámica va más allá de su propia actividad, con empresas de logística, servicios financieros o consultoría «que viven directa o indirectamente de la cerámica». Por eso «es justo reclamar que las ayudas lleguen de forma contundente y pronto», afirmó.

La directora general de Internacionalización de la Generalitat, María Dolores Parra, comentó que una de las claves para reforzar el músculo industrial en un territorio es «ponerlo fácil». Una idea simple, pero que ha ido cambiando a lo largo del tiempo. Primero con la obtención de suelo industrial, luego con la capacidad de encontrar a gente capacitada para trabajar en las factorías, y luego con la logística, tanto en carreteras como por puerto y el aeropuerto.

Para Parra, «la cerámica es una de las apuestas que tenemos, y han ido variando las necesidades a lo largo de los años», con situaciones como la recuperación de la cadena de valor en la logística, »y ahora tenemos el reto de la energía». Por ello, «el éxito de Castellón será dar respuesta a los retos, porque la industria tiene que tomar sus decisiones y esperamos que no haya deslocalizaciones», apostilló.

Transformación en el aeropuerto

También una instalación como el aeropuerto de Castellón está inmersa en este proceso de transformación a favor de la industria. La directora general, Blanca Marín, enumeró las diferentes actuaciones en marcha, con la zona de actividades logísticas de un millón de metros cuadrados de superficie como referente.

Incidió en que Aerocas «ha puesto en marcha una estrategia de diversificación, que permite impulsar la rama de la actividad comercial, manteniendo la vocación turística e impulsar la industria». Tanto en el campo de la logística como la formación y el desarrollo de empresas del sector aeroespacial.

La comparación de ayudas con otros países

En la segunda ronda de intervenciones, Alberto Echavarría puso el acento en las dificultades que tiene el azulejo como consecuencia de la desigualdad de ayudas que se reciben en diferentes países. «En Italia, solo la cerámica ha recibido 600 millones de euros, mientras que el conjunto de la industria de Alemania ha destinado 14.000 millones».

Algo que se suma al tope del gas industrial de Alemania, fijado en 70 euros, o el descuento de 40 euros en el gas para Portugal. Ante esto «es injusto y absurdo que juguemos aquí con nuestras cartas, cuando otros gobiernos han dado cartas mejores», advirtió, que en algunos casos están en vigor desde hace muchos meses. Una situación que pone en riesgo la competitividad de la cerámica de España, que destina la mayor parte de su producción a la exportación.

Esto ya tiene consecuencias. «Mientras la cerámica de Italia ha mantenido cuotas de mercado, nosotros hemos perdido el 15% de la producción», recalcó Echavarría.

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