Una firma valenciana proyecta un nuevo Parque Güell en El Salvador

J. C.

Los habitantes de un humilde polígono industrial situado en la capital de El Salvador van a poder disfrutar próximamente de una iglesia para sus fieles, que ha sido concebida como una reproducción del Parque Güell de Barcelona, conocido en todo el mundo por su diseño original y modernista, obra del arquitecto español Antonio Gaudí.

La ingeniería valenciana Vielca Ingenieros es la responsable del diseño de este nuevo templo, que se levantará en el Polígono Industrial Don Bosco en San Salvador, una zona marginal que cuenta con una población de más de 70.000 personas. Según Vicente Candela, gerente de Vielca, la idea responde a una petición del Padre Pepe, sacerdote salesiano impulsor de este polígono que lleva treinta y seis años ayudando a los más vulnerables:

Un proyecto sorprendente

El proyecto se ha realizado siguiendo las formas, volúmenes y acabados ideados por el arquitecto catalán. Como explica Candela, "la iglesia tiene una capacidad para mil personas sentadas y el desafío técnico más relevante ha sido el diseño y cálculo de la cubierta, formada por una parábola invertida y dos cúpulas laterales de menor diámetro. Para resistir las cargas y conseguir un espacio diáfano sin apoyos en el interior del templo, se ha tenido que recurrir a una estructura de acero tridimensional".

Sobre el altar se eleva una torre helicoidal apoyada en un anillo metálico que a su vez descansa sobre un muro de hormigón armado. El anillo metálico recoge además las cargas de la cubierta y apoya sobre el muro tan solo en un tercio de su longitud, con lo que el cálculo de toda la estructura ha sido muy complejo. El acabado exterior, muy llamativo, se ha diseñado con el 'trencadís característico de muchas obras de Gaudí.

El Padre Pepe, una institución

José María Moratalla Escudero ('Padre Pepe') lleva toda su vida dedicada a los demás. Desde que llegó a El Salvador en 1985 y conoció las penurias de una comunidad afectada por la pobreza, la violencia, el flujo migratorio y una sangrienta guerra civil, quedó impactado por lo que vió y decidió hacer cuanto pudiera para ayudar a los barrios más necesitados.

Su idea fue ofrecer un espacio digno a todas esas personas, para ayudarles a salir de la marginalidad. Figura muy conocida en El Salvador, gestiona desde 1992 la Fundación Educación y Trabajo (EDYTRA), desde donde ha conseguido que miles de jóvenes, algunos provenientes de pandillas y niños de la calle en riesgo social, hayan recibido formación en sus talleres y, posteriormente, hayan fundado sus propias empresas.

La labor principal de este salesiano consistió en transformar un basurero de los barrios bajos de San Salvador en un centro de reinserción. Aquel vertedero es hoy un Instituto Tecnológico que alberga cinco talleres, un polideportivo, un conglomerado de pequeñas empresas industriales, una policlínica, un comedor de alumnos, casas de internamiento, una confederación de cooperativas industriales y tres asociaciones agrícolas. Allí estudian y trabajan cada año unos 500 jóvenes. Algunos proceden de las cárceles y pasan en el polígono el último periodo de la pena, tras haber pertenecido a las peligrosas 'maras'.

El polígono se financia principalmente con donaciones de empresas y particulares de todos los países del mundo. Actualmente, atraviesa un proceso de falta de recursos al no tener el apoyo de fondos gubernamentales salvadoreños, y necesita de donaciones privadas para mantener los gastos. Recientemente, el Padre Pepe ha solicitado ayuda públicamente, en una entrevista concedida a una televisión salvadoreña.