TECNOLOGÍA

Cómo fabricar ladrillos con un 68% menos de emisiones

Investigadores exponen en Madrid las principales conclusiones del estudio
Personal del estudio, junto al muro elaborado con ladrillos hechos mediante este sistema.
B. Roig

El Instituto de Tecnología Cerámica (ITC-Aice), lidera un proyecto que, con el nombre de Life Hypobrick, analiza las posibilidades de un nuevo método para la fabricación de ladrillos con un 68% menos de emisiones a la atmósfera. Este consorcio, que incluye a varias empresas extranjeras, celebró el evento final del proyecto en Madrid para exponer las características, resultados y avances de esta acción, que cuenta con la financiación de la Comisión Europea a través del programa Life.

La base del proyecto consiste en un nuevo proceso de producción con un consumo de energía extremadamente bajo, mediante un proceso químico de activación alcalina de los materiales. Este mecanismo se hace a una temperatura de 80 grados, muy lejos de los 1.000 a los que alcanza la cocción convencional.

Reciclaje

Entre las peculiaridades del proyecto está la reutilización de determinados materiales implicados en la fabricación, como el vidrio procedente de tubos de rayos catódicos, que actualmente van a vertederos, así como de residuos cerámicos cocidos.

La apertura del evento contó con el supervisor general del proyecto en Europa, Kryzstof Wojcik, y el doctor Javier García-Ten, responsable del Área de Materiales y Tecnologías Cerámicas del ITC. El representante de la Comisión Europea detalló las buenas prácticas y nuevas oportunidades que ofrece esta iniciativa. A continuación, la doctora Ana Mezquita, investigadora senior del Área de Sostenibilidad de ITC, explicó el contexto europeo y los requerimientos en políticas de energía.

Una de las actuaciones desarrolladas en este proyecto fue la construcción de un muro de 20 metros de largo por tres de alto, en el que se han empleado 9.000 ladrillos elaborados mediante esta técnica experimental. Esta demostración se encuentra en la localidad de Illescas (Toledo), ya que una fábrica de este municipio forma parte del programa. Los ladrillos, elaborados mediante técnicas sostenibles, miden 24 centímetros de largo, 11 de ancho y 4 de alto, con un peso aproximado de dos kilos cada uno. La conclusión es que el método empleado es ejemplo de economía circular y lucha contra el cambio climático.