CONSTRUCCIÓN

Reivindican el endurecimiento de la normativa española de protección contra incendios

La Asociación de Fabricantes de Ladrillos y Tejas de Arcilla Cocida exige aplicar en la normativa española los mismos cambios realizados en la normativa inglesa tras el incendio de la Torre Grenfell de Londres en 2017
Detalle de flores, velas y peluches colocados a modo de homenaje ante el edificio incendiado en el barrio de Campanar de València en el que murieron diez personas y deja más de 400 damnificados.
El Periódico del Azulejo

Hispalyt, Asociación Española de Fabricantes de Ladrillos y Tejas de Arcilla, se suma a las reivindicaciones surgidas a raíz del incendio acontecido el pasado 22 de febrero en dos edificios de 14 plantas en Valencia, y a otros incendios ocurridos esta semana en la Comunitat Valenciana, y exige un endurecimiento en la normativa de protección contra incendios, similar al aprobado en Inglaterra tras el incendio en el año 2017 de la Torre Grenfell, un edificio de 24 plantas en el que tristemente fallecieron 72 personas.

Hispalyt muestra sus condolencias a los familiares y allegados de las víctimas y su solidaridad con las personas que han perdido todo en estos incendios, y se pone a disposición de administraciones, organismos, técnicos, administradores de fincas, fabricantes de otros materiales que quieran combinarse con sus soluciones, etc., para trabajar conjuntamente para evitar catástrofes como las vividas en los últimos días en la Comunidad Valenciana, y garantizar la máxima seguridad de los ciudadanos.

A falta del peritaje que determine las causas de estos incendios, Hispalyt considera que este tipo de sucesos no pueden caer en el olvido, y solicita cambiar el Documento Básico de Seguridad en caso de Incendio del Código Técnico de la Edificación (DB SI del CTE), la normativa española que regula las exigencias en materia de protección frente a incendios.

Actualmente, la normativa española del año 2019 exige en el DB SI 2 de propagación exterior las siguientes clases de reacción al fuego a los sistemas constructivos de fachada, en función de si la fachada es ventilada o no, y de la altura del edificio:

La reacción al fuego de un material indica su respuesta en términos de su contribución al desarrollo del mismo con su propia combustión. Adicionalmente indica la emisión de humos opacos y el desprendimiento de gota inflamada.

La normativa inglesa del año 2017 antes del incendio de la Torre de Grenfell era similar a la actual normativa española, ya que se permitía una reacción al fuego para los materiales de la fachada igual o mejor a B-s3, d0.

No obstante, tras el incendio de la Torre de Grenfell de Londres, se cambió la normativa inglesa de protección frente a incendios, que puede consultarse en el siguiente enlace, y que, entre otras cosas, indica lo siguiente:

Es decir, tras el incendio de la Torre Grenfell, en la normativa inglesa se realizaron dos grandes cambios. Por un lado, se obligó a utilizar materiales aislantes con una mejor reacción al fuego, y por otro lado, se permite el empleo de materiales aislantes con peor comportamiento al fuego, siempre y cuando dichos aislamientos se coloquen en una fachada de doble hoja de fábrica de albañilería, poniendo de manifiesto el buen comportamiento al fuego de las paredes de ladrillo.

Los materiales cerámicos, como ladrillos, tejas, etc., tienen la mejor clasificación en cuanto a reacción al fuego, al ser clase A1, que significa que son no combustibles y sin contribución al fuego, por lo que no producen llamas, ni humos, ni gases tóxicos. Por ello, las soluciones constructivas que utilizan productos cerámicos en su composición presentan una elevada resistencia al fuego.

Las valoraciones

El presidente de Hispalyt, Pedro Rognoni, explica que “desde nuestra Asociación reivindicamos que en la normativa española de seguridad en caso de incendios se aprueben los mismos cambios que se realizaron en la normativa inglesa tras el incendio de la Torre Grenfell de Londres en 2017”.

Por su parte, Elena Santiago, secretaria general de Hispalyt, expone que “es lógico que la normativa inglesa indique que los materiales aislantes con peor comportamiento al fuego, solo puedan emplearse dentro de una fachada de doble pared de albañilería, que sirve de barrera de protección, al ser materiales inertes, y por sus propias cualidades, ignífigos, poniendo de manifiesto el buen comportamiento de las fábricas de albañilería de ladrillo”.

Pedro Rognoni explica que “la evidencia de que los ladrillos tienen el mejor comportamiento frente al fuego, es que tras el virulento incendio de Valencia, lo único que ha quedado en pie ha sido la estructura de hormigón y los muros de ladrillo sobre los que se apoyaba la fachada ventilada”.

El hecho de que en el interior del edificio de 14 plantas de Valencia no haya quedado ningún tabique en pie, hace sopesar la necesidad de endurecer la normativa de seguridad frente a incendios no solo en la fachada, si no también en el interior.

Pedro Rognoni indica que “debería exigirse el uso de fábricas de albañilería en las paredes interiores de separación entre viviendas y de zonas húmedas (cocinas y baños) para garantizar la máxima seguridad frente a incendios”. En este sentido, expone que “existen soluciones constructivas para paredes interiores como Muralit, tabiques de ladrillo hueco gran formato revestidos con placa de yeso laminado (PYL), un sistema constructivo que cuenta con las más altas prestaciones, aportadas por el ladrillo (solidez, estabilidad, alta resistencia acústica, resistencia al fuego, etc.) y con un acabado perfecto, aportado por la placa de yeso laminado, que pueden ser del mínimo espesor”.

Asimismo, Elena Santiago comenta que “los tabiques de ladrillo Muralit cuentan con mejores prestaciones técnicas y, al contrario de lo que la gente piensa, son más baratos que los tabiques de perfilería metálica y entramado autoportante. Además, Muralit Sin Rozas evita tener que realizar rozas para la colocación de las instalaciones, eliminando residuos de obra y mejorando el rendimiento en obra”.

Por último, Elena Santiago reivindica a las administraciones “la necesidad de aplicar medidas normativas que fomenten el uso de materiales seguros, como el ladrillo, que al tener un mayor espesor, pueden resultar menos atractivos para los promotores”. Igual que ocurre en Italia, “las soluciones constructivas de mayor espesor, pero con mejores prestaciones técnicas, deberían tener un menor cómputo en la edificabilidad de los edificios”.

Por su parte, Pedro Rognoni expresa su consternación con esta situación e indica que “las personas que vivan en un edificio de ladrillo pueden estar tranquilas, sabiendo que los materiales empleados en su vivienda tienen la máxima seguridad para los usuarios”.