INDUSTRIA

Altadia y los sindicatos alcanzan un acuerdo por los ERE presentados en seis firmas del grupo

Se reduce el número de despidos respecto a los inicialmente previstos
Exterior de Esmalglass, una de las empresas pertenecientes al grupo Altadia.
B. Roig

Las negociaciones por los expedientes de regulación de empleo (ERE) presentados en seis firmas del grupo de esmaltes cerámicos Altadia llegaron el lunes a un momento crucial, con la reanudación de unas conversaciones que quedaron rotas días atrás.

Después de una maratoniana sesión de casi ocho horas -comenzó a las 16.00 horas y acabó sobre la medianoche-, empresa y representantes de los trabajadores alcanzaron un acuerdo, por el que se reducen a 152 las salidas de la compañía. En un principio, la pretensión era de despedir a 285 empleados, por lo que la pérdida de puestos de trabajo se reduce a prácticamente la mitad.

«Garantizar la viabilidad»

Según la compañía «ambas partes han estado abiertas a la negociación y se ha alcanzado un preacuerdo que nos ha permitido reducir el número de personas afectadas a 152 y atenuar las consecuencias del despido colectivo, así como garantizar la viabilidad del proyecto a largo plazo».

Ahora, esta decisión se deberá ratificar «a lo largo de la semana en los comités de cada una de las sociedades», detallan.

No se conocen aún grandes detalles sobre las condiciones alcanzadas, pero fuentes de Altadia apuntan a «prejubilaciones, mejoras indemnizatorias cercanas a las que pedían los sindicatos, la creación de una bolsa de empleo y la homogeneización de condiciones para todo el grupo».

Las negociaciones comenzaron nada más terminar las fiestas navideñas, mediante una mesa única de negociación para las seis firmas afectadas por este despido colectivo. Desde Altadia se pretendía tener resuelto el periodo de consultas en enero, pero la falta de avances entre las partes derivó en una ruptura de negociaciones, el 25 de enero, que en la reunión del 5 de febrero se retomaron.

La falta de un acuerdo ponía en una posición muy delicada a todo este proceso. Por un lado, porque la empresa podría haber ejecutado el despido de los 285 asalariados inicialmente contemplados en los expedientes. Por el otro, porque los sindicatos podrían haber judicializado este asunto, con un resultado imprevisible para las dos partes.

Uno de los principales puntos de fricción vinieron con las justificaciones de los ERE por parte de Altadia, así como las pretensiones de los sindicatos de que las personas que permanecieran en el grupo no sufrieran un empeoramiento de su poder adquisitivo.