Isern & Associats culmina el diseño del nuevo Hotel Marina Cambrils
El establecimiento, de nueva construcción, redefine la fachada marítima de Cambrils con una arquitectura que dialoga con el entorno y rescata la esencia del antiguo barrio marinero
El proyecto se integra con sensibilidad en el tejido histórico del barrio marinero de Cambrils.
J. C.
12 noviembre 2025 13:28
CAMBRILS. Recientemente ha abierto sus puertas en Cambrils (Tarragona) el nuevo nuevo hotel Marina Cambrils by URH, obra del estudio de arquitectura hotelera Isern Associats. El edificio de nueva construcción, ubicado en el corazón de la fachada marítima de la localidad (donde antiguamente se alzaba el Hotel Pòsit) busca reinterpretar la esencia mediterránea del barrio marinero.
Con una superficie construida de aproximadamente 4.300 m², repartida entre planta baja, cuatro plantas piso y cubierta técnica, el nuevo establecimiento hotelero cuenta con categoría 4 estrellas superior y alberga 67 habitaciones dobles. Operado por la cadena URH Hotels y promovido por Natarent Cambrils, el proyecto ha supuesto una inversión global de unos 6 millones de euros.
El nuevo establecimiento hotelero cuenta con categoría 4 estrellas superior y alberga 67 habitaciones dobles.
El acceso principal se resuelve desde la calle Pau Casals, donde un porche genera un recorrido amable que conduce al peatón hasta el corazón del hotel: el vestíbulo y la recepción. Pavimentos en tonalidades claras, revestimientos suaves y acentos en color amarillo configuran una atmósfera cálida y delicada, reforzada por una iluminación cuidada que subraya los detalles arquitectónicos.
El atrio central, eje escultórico del edificio
En el centro del vestíbulo, una gran escalera circular se enrolla como una cinta alrededor de la estructura portante y conduce hacia el primer piso, donde se abre un atrio de tres alturas. Sus paredes, revestidas con paneles de mimbre trenzado, evocan las tradicionales cestas de pesca. Un recurso que tamiza la luz natural y aporta textura y profundidad al espacio. La estructura, que discurre por el interior, se convierte en un elemento escultórico que da escala y carácter al conjunto.
Alrededor de este atrio se organiza el programa funcional del hotel. Los pasillos, revestidos con estos paneles de mimbre natural y con puertas de madera, se subrayan con una iluminación tenue y cálida que transmite confort.
Las habitaciones, distribuidas a lo largo de dos alas principales en cada planta, sitúan la cama como pieza protagonista: el cabecero, a modo de escenografía, oculta discretamente la zona de baño y el inodoro. En la pared opuesta, un largo escritorio multifuncional permite trabajar, leer o simplemente disfrutar del espacio. Madera de roble, tonos marrones suaves y tapizados en amarillo —color hilo conductor del proyecto— definen un ambiente de bienestar mediterráneo. Una alfombra de lana natural tejida a mano completa la composición y refuerza la sensación de hogar.
Operado por la cadena URH Hotels y promovido por Natarent Cambrils, el proyecto ha supuesto una inversión global de unos 6 millones de euros.
Restaurante, terraza y solarium con vistas al mar
En la cuarta planta, el restaurante de desayunos se abre a una panorámica del mar y de los tejados del pueblo. Los grandes ventanales desdibujan los límites entre interior y exterior, mientras una barra central articula el espacio y permite un uso versátil. De nuevo, la madera de roble y los pavimentos claros potencian la luz natural, y los bufés revestidos en cerámica amarilla mantienen la coherencia cromática del conjunto. El mobiliario combina mármol oscuro y madera natural, y dos amplias alfombras definen zonas diferenciadas dentro de un espacio diáfano.
En el exterior, la terraza-solárium acoge una piscina desbordante con plataforma de madera elevada, desde donde bañarse con vistas abiertas al mar Mediterráneo.
A nivel volumétrico, el edificio se abre en la planta baja hacia la plaza, se retranquea ligeramente para generar recorridos amplios y espacios comerciales que contribuyen a dinamizar la actividad urbana de su entorno. Las fachadas, revestidas con piedra caliza en el zócalo y enlucido liso en el resto, dialogan con el lenguaje del casco antiguo. El juego de llenos y vacíos, junto con balcones y retranqueos, crea una secuencia de volúmenes y sombras cambiantes a lo largo del día.
Imagen de una de las habitaciones.
En los extremos del edificio, una doble piel de paneles de madera tecnológica filtra la luz, aporta intimidad y establece un puente entre tradición y contemporaneidad.
En conjunto, el proyecto se integra con sensibilidad en el tejido histórico del barrio marinero, ofreciendo a la vez un nuevo espacio de calidad que contribuye a revitalizar la Plaza del Pòsit y consolidar la actividad social y turística del litoral de Cambrils.