ARQUITECTURA

Miguel Arraiz, primer arquitecto español en ‘plantar’ la obra central del festival Burning Man

La quema del templo, prevista para el 31 de agosto, marcará el cierre del certamen y pondrá fin a un proceso colectivo de creación, recuerdo y liberación de esta edición.
Temple ot the Deep, de Miguel Arraiz.
María Bas

VALENCIA. Burning Man es uno de los encuentros culturales más influyentes del mundo. Cada verano, en pleno desierto de Nevada (EEUU), más de 70.000 personas construyen una ciudad efímera basada en la creatividad, la comunidad y la transformación. En su centro simbólico y emocional se erige “el templo”, una estructura monumental construida por voluntarios, concebida como un espacio de recogimiento, memoria y cierre emocional.

A diferencia de otras instalaciones, el templo se quema en absoluto silencio al finalizar la semana. En 2025, por primera vez en la historia del festival, será diseñado por un arquitecto hispano: el valenciano Miguel Arraiz (València, 1975). Su propuesta, Temple of the Deep, se inspira en el kintsugi, el arte japonés de reparar con oro la cerámica rota. La estructura evocará una gran roca con grietas doradas, que simbolizan un corazón fragmentado tras una experiencia dolorosa.

La presentación del proyecto a concurso coincidió con la dana que arrasó la provincia de Valencia, así como el anuncio de la selección con los devastadores incendios en Los Ángeles, lo que aportó una dimensión simbólica aún más profunda al Templo de Arraiz.

Tradicionalmente, las ofrendas al templo se envían por correo postal a una dirección centralizada. Sin embargo, en esta ocasión, se ha establecido una colaboración con el proyecto Salvem les Fotos, de la Universitat de València, una iniciativa dedicada a preservar la memoria de las personas afectadas por la dana.

La iniciativa ‘Salvem las fotos’

Gracias a esta colaboración, hasta el 20 de julio se podrán entregar cartas en persona en los laboratorios Salvem les Fotos. de la Universitat de València localizados en el Castell d’Alaquàs, el Museu Comarcal de l’Horta Sud Josep Ferrís March de Torrent, el Centre d’Art Contemporani ESART d’Algemesí, la Casa Alamanzón de Utiel y el Museu d’Història Natural de la Universitat de València. En la iniciativa también colabora la Mancomunitat de l’Horta Sud.

El 21 de julio, el equipo del templo en València recogerá todas las cartas y viajará con ellas a Estados Unidos, llevando consigo fragmentos de nuestra memoria colectiva. La quema del templo, prevista para el 31 de agosto, marcará el cierre de Burning Man y pondrá fin a un proceso colectivo de creación, recuerdo y liberación de esta edición.