Proyecto | Reforma integral de un piso con cerámica en Valencia
La arquitecta e interiorista Anabel Soria materializa la renovación de esta vivienda en el barrio de Benimaclet
Detalle de la vivienda.
J. C.
21 julio 2025 09:38
VALENCIA. La arquitecta e interiorista Anabel Soriaha llevado a cabo la reforma integral de una vivienda de los años 60 en el emblemático barrio valenciano de Benimaclet. En este proyecto, una nieta ha querido mantener la esencia de su abuela, antigua propietaria del piso, a través de significativos guiños.
La cerámica, muy presente en la casa original, viste ahora de manera más contemporánea el suelo del baño y el balcón con modelos de la marca Vives. Durante la obra, se descubrieron unas vigas y pilares que se ha decidido conservar como símbolo del paso del tiempo y la permanencia de recuerdos. Además, se ha ampliado la capacidad de almacenamiento con el objetivo de guardar la indumentaria fallera que cada año se utiliza en Fallas, una tradición familiar que se ha convertido en un legado generacional.
Originalmente, el piso presentaba una estructura muy compartimentada, propia de la época, con una cocina relegada a un lugar escondido y una galería interior que restaba espacio útil a la casa. La propuesta de diseño de Anabel Soria ha apostado por una reorganización general, una apertura de los espacios de día y la integración de la galería a la cocina y el baño para ganar amplitud y luz natural.
Dividido en cocina-comedor y salón de concepto abierto, dos dormitorios, un baño y un pequeño balcón, sus casi 70 metros cuadrados se caracterizan por la comodidad y funcionalidad adaptadas a sus dos nuevas residentes. Se ha aprovechado cada rincón para aumentar el almacenamiento y mejorar la fluidez entre espacios. Materiales como la cerámica y la madera se mezclan con una paleta cromática protagonizada por tonos blancos, grises, verdes y azules.
Una de las estancias del proyecto.
Este proyecto da lugar a un nuevo hogar que combina la modernidad con el valor de lo heredado, un lugar pensado para compartir, convivir y seguir creando recuerdos con la familia y los amigos.
Lo que antes era un recibidor cerrado e inservible ha dado paso a una cocina que, ahora, se convierte en el primer espacio que da la bienvenida. Este cambio redefine la entrada con una distribución abierta, donde la cocina da paso de forma natural al comedor y, más adelante, al salón. Pilares y vigas de hormigón se han conservado y se integran en el diseño bajo una marcada estética industrial. Todos los elementos se asientan sobre un pavimento porcelánico en color gris.
La cocina, antes un dormitorio y que ha ganado amplitud y luz natural gracias a la integración de la antigua galería interior, se organiza en torno a una elegante encimera blanca, que define la zona de trabajo y la península. El mobiliario, hecho a medida por un carpintero local, combina un acabado en madera más oscuro en la parte inferior y un tono más claro en los muebles altos. Este juego de blanco/madera responde a un objetivo de generar profundidad visual.
El frontal lo protagonizan unos azulejos blancos con textura y brillo, mientras que los pocos electrodomésticos en negro que no se han integrado refuerzan el carácter contemporáneo del proyecto. Un fregadero blanco se complementa con un grifo dorado, acabado que también lucen los tiradores. La iluminación focal colocada en el techo favorece las tareas de mayor precisión.
El comedor se convierte en el eje central desde el que se articulan el resto de los espacios. De estética sencilla, sorbia y elegante, se compone de una mesa redonda de madera, cuatro sillas tapizadas en gris, una vitrina de madera con perfilería en negro y una lámpara colgante.
Tras la viga de hormigón se accede al salón de estilo minimalista, donde un sofá chaise lounge blanco, hecho a medida y en tejido bouclé, cumple con la premisa de máxima comodidad. Sus laterales abatibles permiten convertirlo en dos tumbonas funcionales. En el centro, dos mesitas se identifican visualmente con la mesa del comedor por su forma circular y la madera presente en sus patas. La zona de TV se compone por un soporte de obra en la parte inferior que cubre toda la pared y cuenta con iluminación LED indirecta, perfecta para ajustar la atmósfera según el momento y el estado de ánimo.
Un visillo, en color neutro, deja entrever que tras unas puertas de cristal se encuentra el pequeño balcón de la casa. En él, un pavimento muy especial rinde homenaje al suelo cerámico, tradicional valenciano, que había en ese mismo sitio en años anteriores. Para esta reforma, se ha elegido una carismática baldosa hidráulica. Una mesa y sillas de madera invitan a contemplar y disfrutar el exterior.
El balcón de la vivienda.
El baño, una estancia protagonista
Diseñado para ofrecer el máximo confort en el día a día, el único baño de la vivienda se ha convertido en una de las estancias clave. En él se ha incorporado gran parte de la antigua galería interior, lo que ha permitido ampliar el espacio y proyectar un diseño funcional y muy chic.
La combinación de blanco y azul, junto con el uso de la cerámica y la madera, da lugar a una atmósfera calmada, que invita al bienestar sin renunciar a una estética contemporánea. Gracias a las nuevas dimensiones, ha sido posible realizar una ducha de 170 cm de largo, revestida con los mismos azulejos blancos, texturizados y con brillo de la cocina. La pared lateral de la ducha conecta con la zona de los dos lavabos, elaborados en cerámica blanca mate, los espejos retroiluminados y los dos grifos blancos integrados. Todo ello descansa sobre un elegante mueble de madera de roble havana, que añade calidez al espacio.
Detalle del baño con cerámica de Vives.
El suelo retoma de nuevo la tradicional cerámica mediterránea con una baldosa hidráulica en tonos blancos, azules, grises y piedra, enmarcada por otra en color azul. La iluminación se completa con una barra focal en el techo.
Dormitorio principal: serenidad y calidez
Con suficiente luz natural gracias a su orientación a la calle principal, el dormitorio principal se ha mantenido en su ubicación original. Como ocurre con el salón, su acceso queda enmarcado por vigas y columnas de hormigón visto, un elemento estructural que aporta carácter y continuidad al diseño. El rediseño ha optimizado al máximo la capacidad de almacenamiento mediante un armario que abarca toda la pared. En el centro, una hornacina revestida en madera permite integrar la televisión.
La cama, de 180 cm de ancho, está acompañada por dos mesitas de noche lacadas en blanco y dos apliques de pared, compuestos por cubos de travertino que aportan una conexión con la naturaleza. La sencillez del mobiliario y los acabados se ve reforzada por textiles cuidadosamente seleccionados, en colores verdes y neutros, que crean un envolvente sereno y armonioso. En el techo, un ventilador con luz incorporada proporciona ventilación y actúa como fuente de iluminación general.
Desde el comedor se accede a un coqueto pasillo, con gran capacidad al almacenaje, mediante una elegante puerta corredera de barrotes de madera. Este pasillo abre paso hacia el baño y un segundo dormitorio convertido en un despacho totalmente personalizado.
Cada rincón de este estudio polivalente ha sido pensado para lograr un espacio funcional y acogedor. Se han incorporado dos escritorios hechos a medida, adaptados a las necesidades de cada usuaria: uno con baldas integradas para el orden diario, y otro más amplio, ideal para almacenar objetos y enseres. En sintonía de nuevo con la naturaleza, la paleta de colores opta por tonos neutros y verdosos, presentes tanto en las rejillas de la pared como en las lámparas, aportando serenidad y coherencia al conjunto.
El pilar estructural de la habitación ha supuesto una oportunidad para el diseño: a un lado se ha creado un armario a medida que optimiza el almacenamiento, y al otro, una cama, lo que convierte el despacho en un espacio polivalente.