INDUSTRIA

Castellón tiene la capacidad para impulsar nuevas revoluciones dentro de la cerámica

Expertos del clúster azulejero aportan sus ideas en una jornada empresarial de Mediterráneo en Vila-real
Vicente Sarrablo, durante su intervención en Vila-real.
Bartomeu Roig

VILA-REAL. La cerámica es el motor de la economía de Castellón. Una industria que exporta a todo el mundo, que genera un gran movimiento económico y que emplea a más de 20.000 personas de forma directa. Además de las grandes cifras que maneja, este sector se caracteriza por su adaptación constante, tanto a los nuevos marcos normativos como a las oportunidades del mercado. Y para alcanzar estas metas deben acelerarse las herramientas de innovación y potenciar el talento profesional. Hay que ser los primeros en ofrecer soluciones constructivas que se puedan vender en todo el mundo. Algo que el sector español ha demostrado en el pasado con la irrupción de la impresión digital, y que deberá mantenerse en el futuro para seguir siendo un referente.

Esta fue la principal conclusión alcanzada en una jornada empresarial organizada por Mediterráneo, con la colaboración de bp, Vernís, Kerajet, Moldes Plaza, Macer, Altadia, Zschimmer & Schwarz, Chumillas Technology y el Ayuntamiento de Vila-real.

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En el Club 1923 del Estadio de la Cerámica se hizo un repaso a los desafíos de innovación del clúster, además de conocerse algunas aportaciones recientes. Unas novedades que no solo provienen de la propia industria. El arquitecto Vicente Sarrablo, catedrático de Construcciones Arquitectónicas de la Universitat Internacional de Catalunya y director de la Cátedra Cerámica de Barcelona, presentó una selección de productos innovadores cuyo eje común es el uso de este material.

Sarrablo destacó que «actualmente trabajo en cinco patentes que tienen empresas del sector, y algunas están a punto de salir al mercado». Entre ellas, citó un sistema de fachadas cerámicas con aislante incluido, con un coste inferior al de las estructuras ventiladas. Bajo el nombre de Veture, consiste en la unión «de un panel de aglomerado de corcho, que repele al fuego y al agua, con una pieza cerámica en la parte externa, unida con anclajes para evitar problemas de desprendimientos». Este sistema contribuye a crear «edificios más sostenibles y sanos, con piezas recuperables que permiten reciclar cada elemento por separado».

El arquitecto avanzó que un edificio de València de próxima construcción incorporará este sistema en su fachada. Entre sus ventajas figuran las propiedades ignífugas tanto del material cerámico como del aislante, lo que permite evitar episodios como la catástrofe del edificio de Campanar o el reciente incendio en un hospital de Murcia.

Presencia internacional

Otra invención ya está comercializándose. »Se vende en todo el mundo, e incluso funciona muy bien en Australia», explicó Sarrablo. Su nombre es Flexbrick, una malla que permite crear celosías cerámicas. Una evolución de este sistema incorpora un módulo fotovoltaico integrado en una placa, «lo que facilita la captación solar en las fachadas, más allá de los techos, y puede instalarse también en pérgolas sin que se perciba visualmente».

Estas innovaciones encajan en la actual revolución de la construcción industrializada. «La cerámica puede estar en cualquier elemento industrializado, pero debe ser ligera para que su montaje resulte más eficiente». Un ejemplo es el balcón industrializado plegable, basado en un sándwich cerámico formado por láminas delgadas y un relleno ligero. «Es el mismo concepto que se utiliza en las puertas, que no son de madera maciza». La idea surgió en plena pandemia y ya cuenta con un prototipo presentado hace dos años.

Trabajo conjunto

Sarrablo defendió la capacidad de «abrir puertas cuando la industria y los arquitectos trabajan juntos». En este sentido, puso en valor «el mérito de la red de cátedras de Ascer, activa desde hace 21 años, y con la capacidad de atraer talento». En este periodo formativo, los futuros profesionales de la arquitectura conocen todos los procesos relacionados con la fabricación de la cerámica, con la finalidad de que posteriormente puedan aplicar ese saber a sus diseños, y lograr así que este material esté presente más allá de cocinas y baños.

Al tiempo, recordó la gran cantidad de estudiantes premiados en Cevisama. «Es una lástima que estos premios no vayan a tener continuidad por el momento», debido a la decisión de no celebrar esta feria de forma independiente, dejando a esta marca relegada en la convocatoria Hábitat, centrada en el sector del mueble.

Innovación industrial y diseño

La colaboración entre estudios y empresas también se ha consolidado: »Hay arquitectos que trabajan en industrias cerámicas, y eso beneficia a las dos partes, porque las compañías conocen los códigos que requieren los arquitectos para plantear productos y facilitar su aplicación en proyectos». Insistió en que «hay que innovar juntos, porque el talento devuelve dinero a la industria en forma de esa innovación».

El director de Mediterráneo, Ángel Báez, durante la jornada en el Estadio de la Cerámica de Vila-real.

Durante la jornada también se expusieron los avances tecnológicos impulsados por las empresas de maquinaria, orientados a incrementar la eficiencia económica y medioambiental. Asimismo, se detalló cómo se desarrollan los esmaltes y colores que definen la personalidad de las baldosas, desde sus propiedades técnicas hasta su diseño.

Otro aspecto destacado fue la transmisión de valores familiares. Muchas de las compañías del triángulo azulejero de la provincia están dirigidas por sagas familiares, en algunos casos durante varias generaciones. Un factor que contribuye a la estabilidad e identidad del clúster cerámico de Castellón.