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Los sindicatos de la industria cerámica mostraron sus propuestas en la reunión mantenida hace 15 días y fue ayer cuando la patronal expuso su postura en la negociación del convenio para los trabajadores del sector de la cerámica. Desde la organización que agrupa a los fabricantes, Ascer, apelaron a los representantes de los trabajadores sobre «la necesidad de seguir adaptando las condiciones de trabajo reguladas en el convenio colectivo a la realidad del sector, en permanente cambio orientado a la mejora de la competitividad de las empresas».
Del mismo modo, hicieron referencia a la necesidad de flexibilizar las dinámicas de trabajo en la industria que sus propuestas pretenden «actualizar regulaciones que en algunos casos se adoptaron hace más de 30 años y que no se compadecen con la evolución de la actividad, ni en los procesos, ni en los tiempos, de un sector que, como es bien conocido, debe competir y compite con el resto de productores mundiales».
Un planteamiento inicial que convenció poco a los representantes sindicales. Desde UGT, Vicente Chiva expuso que hay aspectos «inasumibles, y por tanto hay muchos apartados que hay que pulir». Entre ellos, estaría la discrepancia sobre el número máximo de horas anuales. Ascer se mantiene en las 1.776 acordadas hace tres años, mientras que la otra parte defiende reducirlas a razón de ocho horas por cada año de vigencia del convenio.
Mientras, desde Ascer proponen «reconocer los derechos económicos de los trabajadores a la vez que mejorar las capacidades organizativas de las empresas.