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Las brocas, sus tipos y los usos en baldosas cerámicas

17.06.2013 09:59

El uso de brocas es cada vez más necesario durante la instalación de baldosas de cerámica. La misión de un buen instalador profesional será la de realizar los agujeros sin tener que cortar la pieza en dos, y, por supuesto, intentando que el agujero sea lo más preciso posible, tanto en forma y tamaño, como en ubicación.

La realización del agujero dependerá sobre todo del material a perforar, pero también de si la baldosa ya está instalada o no, ya que de ello dependerá el tipo de herramienta que deberemos utilizar.

Estas son algunas de esas opciones:

Las brocas de carburo de tungsteno están especialmente diseñadas para taladrar cerámicas de revestimiento antes de ser instaladas. Estas brocas no pueden perforar ningún otro tipo de cerámica que no sea azulejo, siempre en seco y principalmente por la parte del bizcocho (es decir por la parte trasera). También podemos perforar por la parte esmaltada, pero en estos casos la vida de la broca será mucho menor.

Durante el proceso de perforación, con las brocas de carburo, deberemos intentar no atravesar todo el azulejo, es decir deberemos parar justo antes de llegar al esmalte. Golpearemos por la parte esmaltada para romper y acabar el agujero (notaremos donde se encuentra el agujero porque el esmalte estará muy caliente).

Las brocas de diamante son, actualmente, la mejor opción para la perforación de los materiales cerámicos de mayor dureza, en especial el ya conocido por todos, Gres Porcelánico.

Este tipo de brocas pueden ser: de corte húmedo o de corte seco, y son capaces de realizar agujeros en todo tipo de baldosas cerámicas, desde azulejos hasta gres porcelánico de diversas características o incluso materiales vítreos.

Si trabajamos con las brocas de diamante de corte húmedo, los agujeros se harán con ayuda de un taladro eléctrico sin percusión, al que acoplaremos la broca. Necesitaremos, además, un sistema de guiado, ya que las brocas de diamante no disponen de broca centradora. Situaremos la broca conjuntamente con la guía en el lugar indicado para realizar el agujero y utilizando agua como refrigerante, realizaremos, directamente por la cara vista de la pieza, el agujero que necesitamos.

Deberemos tener la precaución de no forzar la broca, ya que el diamante es un material muy delicado y podríamos destruirlo si ejercemos una fuerza excesiva durante un tiempo prolongado. Este último punto es especialmente importante si el material que estamos perforando es de origen vítreo.

Si se usan correctamente, las herramientas diamantadas, sean discos o brocas, son útiles de gran rentabilidad, que permiten obtener unos acabados excelentes en el menor tiempo posible.

Si por el contrario, trabajamos con las brocas de diamante de corte seco, la herramienta de trabajo pasará a ser la amoladora o radial, aunque del taladro eléctrico también puede ser una opción si se utiliza el adaptador correspondiente. La razón principal de este cambio, es la posibilidad que ofrecen estas brocas de trabajar un régimen muy alto de giro (máximo 14000 RPM).

Las brocas de corte seco nos permitirán realizar agujeros en aquellas situaciones en las que el corte húmedo no sea posible o viable. Para una correcta perforación con las brocas de diamante de corte seco, podemos utilizar una guía centradora que nos ayudará a evitar un movimiento excesivo de la broca durante al perforación.

Otro detalle que hay que tener en cuenta al utilizar las brocas de diamante de corte seco es que no podemos realizar los agujeros como si de brocas normales se tratase. Estas brocas necesitan realizar lo que en muchas ocasiones denominamos “corte orbital”. Es decir, no iniciar el corte perpendicularmente sobre la cerámica, sino que deberemos entrar un poco inclinados y durante el proceso de perforación haremos rotar la broca, siempre inclinada, sobre un punto.

Con esta técnica conseguimos que la refrigeración de la broca sea más efectiva y el rendimiento de la herramienta más alto. Al trabajar con brocas diamantadas, deberemos tener en cuenta su profundidad máxima de corte, pues si la sobrepasamos nos encontraremos con algunos problemas en el momento de extraer el testigo que queda en su interior, y posiblemente dañemos o incluso lleguemos a romper la broca.

Es muy importante que durante todo el proceso de taladro no nos olvidemos de mantener una correcta refrigeración de la broca diamantada (ya sea de corte húmedo, permitiendo la entrada continua del líquido refrigerante o de corte seco con la recirculación del aire), con ello nos aseguraremos un corte de calidad y un correcto rendimiento de la broca.

Más información en la web: http://www.mundocolocador.com/.