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“Estamos ultimando el nuevo almacén inteligente de Ibero"

13.01.2015 15:27

Cerámicas Ibero es una de las firmas con más arraigo dentro del distrito azulejero castellonense. Con sede en l’Alcora y con más de medio siglo de recorrido empresarial (fue fundada en 1958), la compañía ejemplifica la evolución que ha seguido la industria provincial por excelencia hasta convertirse en un referente en los mercados internacionales por su capacidad tecnológica y diseño.

JAVIER CABRERIZO: Recién estrenado 2015, ¿qué balance hace de 2014 para Ibero? ¿Cuáles han sido los principales ‘hitos’ de la marca?
SANTIAGO CARNICER: 2014 ha sido, en general, un ejercicio marcado por la incertidumbre. Por un lado, iniciamos el año con la sombra de la reforma energética sobre nuestros costes productivos; y, por otro, lo acabamos de finalizar con la gran inestabilidad política en mercados compradores de gran potencial como Rusia o de Libia.
De todos modos, a pesar de estas adversidades, el balance general para Ibero es positivo, ya que hemos sido capaces de aumentar nuestras cifras con respecto al ejercicio anterior, tanto en facturación como en resultados.

J. C.: ¿Con qué perspectivas encaran el presente ejercicio y qué países son los que esperan que tengan un mayor peso dentro de su facturación anual?
S. C.: Aunque iniciamos el año del mismo modo que lo acabamos, vigilando muy de cerca la evolución del conflicto ruso, no somos ajenos al buen ritmo que presentan otros mercados muy significativos para el sector. Quizás lo más relevante sea la consolidación de la economía de Estados Unidos, reforzada todavía más por la evolución de su divisa. Nos hemos marcado unas cifras de crecimiento ambiciosas, pero a su vez realistas.
En referencia a los destinos que esperamos que tengan un mayor peso en facturación, en Cerámicas Ibero mantenemos nuestra política de apostar por los mercados europeos, con Francia a la cabeza.

J. C.: De cara a Cevisama, ¿qué novedades preparan para la feria?
S. C.: Vamos a continuar la tendencia iniciada en los últimos años, que está muy centrada en reforzar ante los clientes nacionales e internacionales nuestra imagen corporativa, con un diseño de estand moderno y una línea de productos muy acorde a la filosofía de Ibero, en la que primará, de nuevo, el cuidado esmerado de todos los detalles.

J. C.: En el corto o medio plazo, ¿tienen en marcha alguna nueva inversión o algún proyecto para mejorar sus infraestructuras o equipamiento?
S. C.: Lo cierto es que, a pesar de contar con una infraestructura productiva muy moderna, nunca hemos dejado de apostar por nuevas mejoras, siempre centradas en aportar valor añadido al cliente.
Un claro ejemplo es la inversión en el almacén inteligente en la que estamos inmersos a día de hoy. Una vez cristalice este importante proyecto, además de simplificar nuestra logística interna, conseguiremos optimizar los plazos de entrega y el servicio a nuestros compradores en más de 110 países.

J. C.: En la actualidad, y a nivel general de sector, ¿cuáles considera que son las principales fortalezas del azulejo castellonense?
S. C.: Las grandes bazas de la industria cerámica provincial son, en primer lugar, su contrastada tradición exportadora durante décadas; y después, su agilidad para adaptarse a los sucesivos cambios periódicos, tanto tecnológicos como de demanda (diseño, mercados…) que se van sucediendo poco a poco.

Una muestra patente de esta fortaleza sectorial es el interés por firmas del sector que han mostrado durante este último año inversores extranjeros, quienes han tanteado la compra o directamente han adquirido empresas proveedoras de materias primas, de maquinaria o compañías azulejeras.

J. C.: Y en el otro lado de la balanza, ¿qué incógnitas debe despejar el sector durante este año?
S. C.: Desde mi punto de vista hay dos grandes problemas para el conjunto de la industria cerámica castellonense: la fuerte competencia de los denominados como ‘nuevos productores’ y los relacionados con los costes energéticos que redundan tanto directamente en la producción como indirectamente en las materias primas.

Al margen de ello, se encuentran los problemas particulares de muchas empresas que han quedado estancadas en la bonanza del pasado, que no han sido capaces de evolucionar hacia los nuevos tiempos y que no han prestado la atención debida a adaptarse.