El promotor de Cartagena Tomás Olivo ha comprado por cerca de sesenta millones de euros la pastilla de suelo y el proyecto del centro comercial Infinity en el barrio de Turianova de València. AQ Acentor, inmobiliaria que ha impulsado Turianova, ha vendido el proyecto a la firma del empresario murciano, General de Galerías Comerciales. El proyecto ya cuenta con licencia de construcción y comercial. AQ Acentor ha confirmado a Levante-EMV la venta, que supone un impulso al barrio. Infinity es el mayor centro comercial en una ciudad que está en desarrollo en Europa.
La inversión total que Olivo va a cometer en el proyecto es de 400 millones. Infinity será el segundo centro comercial de València por detrás de Nuevo Centro. El centro multidisciplinario contará, por un lado, con un centro comercial y de ocio, formado por zonas comunes y 222 locales situados plantas semisótano, baja, primera y segunda. Además, cabe destacar dos plantas de aparcamiento, común a todo el centro, situado en las plantas sótano -1 y -2. De esta forma, el centro contará con 3.832 plazas de aparcamiento para turismos, a las que se sumarán una dotación de 4.190 plazas de aparcamiento para bicicletas.
Por otro lado, el complejo contará con 3 edificios independientes con usos terciarios como oficinas y hoteles, pero que no están todavía definitivamente definidos. El primero tendrá una altura de 11 plantas y una superficie construida de 7.620,24 metros cuadrados. El segundo, con 7 plantas de altura y con una superficie construida de 4.056,65 metros cuadrados. Finalmente, el tercer edificio contará con 3 plantas y una superficie construida de 3.951,49 metros cuadrados. En el proyecto se cuenta con más de 25 zonas destinadas a la restauración.
Con esta operación la compañía liderada por Tomás Olivo se hace con un proyecto listo para construir que supone el principal desarrollo de un centro comercial dentro de la circunvalación de una ciudad europea. El proceso de venta ha sido liderado por la consultora inmobiliaria JLL.
Infinity cuenta con una superficie bruta alquilable retail de 92.000 metros cuadrados, un nivel de comercialización comprometida superior al 55 % de los más de 220 espacios disponibles. En términos administrativos, se encuentra listo para iniciar la construcción y destaca por haber sido el primer proyecto de centro comercial en recibir una licencia comercial por parte de la Generalitat en más de 10 años.
Infinity se integra como pieza clave en el desarrollo urbanístico del sector Fuente de San Luis, conocido como Turianova, donde AQ Acentor ya ha entregado más de 1.000 viviendas —cerca de 400 de ellas protegidas—. De esta forma, ya está consolidada dentro del entorno urbano en la ciudad de Valencia y se verá completada con el desarrollo del nuevo centro comercial de la mano de General de Galerías Comerciales.
La compañía de Tomás Olivo es un referente del sector retail, avalado por su trayectoria en la gestión integrada de grandes espacios comerciales y un historial de desarrollo de centros que se han convertido en punteros a nivel nacional. Su adquisición permitirá posicionar Infinity como uno de los principales destinos comerciales y de ocio en el Cap i Casal, según subraya AQ Acentor, al contar con una zona de influencia de más de 4 millones de personas.
El proyecto Infinity conllevará una inversión por encima de los 400 millones de euros para su desarrollo y generará en torno a 6.400 empleos entre directos e indirectos durante entre su construcción y una vez esté operativo.
El plan director de la EMT de València, cuya aplicación se ha previsto para el quinquenio 2025-2030, establece como prioridad absoluta, que significa que estará operativa este mismo año, la ampliación de las líneas 8 a Turianova. El megadesarrollo urbanístico de Turianova, cuyas torres de viviendas blancas destacan en el acceso sur de València desde la V-30, cuenta ya con más de mil vecinos. El proyecto inicial se fraguó durante el boom inmobiliario de manos de promotores locales y Bancaja e incluía un centro comercial con pista de esquí cubierta, pero naufragó tras el estallido de la burbuja. La constructora valenciana Bertolín retomó la iniciativa y de la mano de AQ Acentor impulsó el nuevo barrio.