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Diseño

Semblanza del arquitecto Carlos Ferrater, presidente del jurado de los Premios Cerámica

El arquitecto castellonense Jaime Prior glosa la figura de uno de los proyectistas más influyentes en España en las últimas décadas

24.11.2021 09:27

Jaime Prior, ariquitecto y expresidente del CTAC, llevó a cabo esta interesante semblanza de Carlos Ferrater con motivo de su participación como presidente del jurado en los Premios Cerámica de Ascer, fallados recientemente en Castelló. Por su interés reproducimos íntegramente su alocución:

«Suele considerarse que diez años es un intervalo de tiempo que cierra un periodo. Con bastante más motivos podemos entender que dos periodos de diez años son susceptibles de configurar un ciclo, un ciclo completo. De alguna manera, esto es lo que estamos realizando hoy: un cierre de ciclo si miramos hacia atrás y la apertura de uno nuevo que se va a construir precisamente sobre el largo y brillante historial que lo precede.

Me estoy refiriendo a los premios Cerámica de Arquitectura e Interiorismo de Ascer. Y lo bonito de esta reflexión es que el ciclo se cierra como se inició en lo que se refiere a la presidencia de su Jurado. El mismo arquitecto que los lanzó, hace ya 20 años, va a dar por comenzado el nuevo hoy, después de transcurridos este par de decenas de noviembres. José Mª Marzo, Alicia Fernández, Fermín Vázquez, Jaime Sanahuja y Angel Pitarch, como presidente del CTAC y anfitrión de esta conferencia, son los miembros del jurado que mañana acompañarán al presidente en la seguramente difícil toma de decisiones.

Conclusiones que deberán serlo para cada una de las tres categorías del premio: Arquitectura, Interiorismo y Proyecto Final de Carrera. Este presidente, reincidente por lo que acabo de exponer, es IN-presentable en un foro de arquitectos en cualquier lugar del planeta (nótese que acabo de emplear una ene en el léxico castellano que es el que estoy usando para denotar la imposibilidad y/o innecesariedad de tal presentación). O al menos yo lo considero un temerario atrevimiento a la par que un honor poder presentarlo ante los que, a buen seguro, sois sus admiradores y seguidores en el ámbito disciplinar y profesional.

Un honor que agradezco poder hacer, una vez más, al Colegio Territorial de Arquitectos de Castellón y a Ascer, la Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos.

Carlos Ferrater Lambarrí, es Doctor Arquitecto y Catedrático de proyectos arquitectónicos de la Universitat Politècnica de Catalunya y, al mismo tiempo, Director de la Cátedra Blanca de Barcelona. Nacido en 1944, es Académico de la Reial Acadèmia Catalana de Belles Arts de Sant Jordi y ha sido Investido Doctor Honoris Causa por la Universidad de Trieste. Premio Nacional de Arquitectura de España en 2009, por su trayectoria profesional y miembro International Fellow del Royal Institute of British Architects desde el año 2011.

También ha sido galardonado con la Medalla de Oro en las Bellas Artes del Estado Español en 2019. Su ejercicio docente siempre ha venido compaginado con una práctica intensa de la arquitectura a nivel profesional. Praxis y Teoria convergen en él de una manera constante y ejemplificadora. A partir del año 2006 trabaja a través de la sociedad Office of Architecture in Barcelona (OAB) con Xavier Martí, Lucía Ferrater y Borja Ferrater como arquitectos asociados, y Núria Ayala como directora de proyectos del estudio. Carlos Ferrater ha recibido diversos galardones como el Premio Ciutat de Barcelona 1999 y 2008, por el Jardín Botánico y el edificio Mediapro respectivamente; el Premio Ciudad de Madrid de 2002 por el edificio J.C. Decaux y el premio Brunel en 2005 por la Estación Intermodal Zaragoza-Delicias.

Ha sido merecedor de cinco premios FAD y un premio Década, siendo también finalista en cuatro ocasiones de los Premios Mies van der Rohe. 2 Invitado en el Pabellón Internacional y el Pabellón Español de la Bienal de Venecia 2004. Así como invitado también por el MOMA de Nueva York en la controvertida exposición On site: New Architecture in Spain.

Ha expuesto monográficamente su obra en el Crown Hall del IIT de Chicago, en el Museo de Bellas Artes de Bilbao, en el Instituto Tecnológico de Israel, en el Colegio de Arquitectos de Cataluña, en la Fundación del Colegio de Arquitectos de Madrid y en el Accquario di Roma. Desde junio de 2012 varias de sus maquetas han pasado a formar parte de la colección del Centre National de L’Art et la Culture Georges Pompidou. (Paseo de Benidorm, Jardín Botánico de Barcelona y Edificio Iberia).

Sin pretenderlo hemos dado un repaso a sus obras más punteras y significativas. A “algunas” de sus obras porque, tal vez, Carlos Ferrater es uno de los arquitectos contemporáneos con una obra más extensa en cantidad. Una cifra solo equiparable a la calidad de la mayor parte de ella. Los enfoques conceptuales de su arquitectura, muy ligados a la búsqueda constante de certeza a partir de la geometría, se han llevado siempre al límite en la materialización de la misma, desarrollada no siempre en condiciones de equilibrio respecto del resto de condicionantes, primando los primeros sobre los segundos en numerosas ocasiones.

La arquitectura de Ferrater, al menos en sus inicios, viene a representar un inteligente “aggiornamento” en la España del tránsito intersecular del rigor geométrico moderno que destilan las obras de Adalberto Libera y de la discreta elegancia de las primeras obras de Luiggi Moretti. Claro esta que esta simplificación mía no puede ser tomada por tautológica y debe compaginarse con una riqueza acompasada por el poso que representa la plena conexión con la arquitectura de la Escuela de Barcelona y su personal investigación formal y material.

Todos somos conocedores de sus obras. Todos nos hemos aprendido y estamos enamorados de alguna de sus magníficas realizaciones. Desde el Edificio El Port del Estartit en 1979, a la Casa-Estudio de Fotógrafo del año 1993; pasando por las tres manzanas del Ensanche Cerdá de 1992; tal vez la restitución más fidedigna del malogrado proyecto urbano del ingeniero de Centellas, que a pesar de todo, imprimió carácter a la primera ciudad de Catalunya. Viviendas, por cierto, que tuvo a bien mostrarnos amablemente a los colegiados de Castellón en una memorable visita profesional que realizamos en la inminencia de las olimpiadas.

Recordar el Hotel Juan Carlos I (1992) y el Palau de Congressos de Catalunya (1996-2000) ambos en Barcelona y el Empordá Golf de Gualta en Girona (2005-2007). Y citar el Paseo Marítimo de la Playa de Poniente de Benidorm (2005-2009); el frente marítimo de Niteroi (2013) o la ordenación de las áreas centrales de Bari (2013). Pero, sin ánimo de hacerme pesado, voy a recordar en esta introducción las obras de Carlos en la provincia de Castellón. Provincia y ciudad que han sido en diversas ocasiones laboratorio de su multifacética actividad profesional.

Cabe indicar, como inicio, que la actuación de Carlos Ferrater en Castellón, individualmente o a través de su oficina de proyectos (OAB), se ha desarrollado casi siempre en el marco de significativas y marcadas colaboraciones profesionales de la ciudad. 3 Debemos situarnos en el año 1993 cuando, invitado por un componente del mítico grupo valenciano de diseño LA NAVE, Carlos Bento Company, anterior comisionado por el IMPIVA para la creación de la red de sus Institutos tecnológicos, en compañía de Jaime Sanahuja y colaborando con Joan Guibernau, Carlos Escura y Carlos Martín diseñan la sede de este Instituto en Castellón.

El proyecto del IMPIVA de esta ciudad se convierte de inmediato en un proyecto de éxito. Un “golpetón” mediatico y disciplinar que cala enormemente en la manera de proyectar y de percibir la arquitectura, sobre todo en el campo de las Escuelas, de la mano por cierto de un excelente artículo en el número uno de la revista Tectónica, naciente publicación de celebrada y reputada calidad donde las haya.

Lamentablemente la novedad en los materiales y la apuesta desinhibida en soluciones constructivas arriesgadas, fueron puestas en manos de un constructor inconsciente y condenaron al edificio a la convivencia con unos andamios que a todos nos han dolido enormemente durante años. Además ahora, la reforma que ha sufrido tras el repetido agotamiento de algunas piezas del exterior lo ha llevado a un punto grotesco que, desde luego, no habla nada bien de la sensibilidad que un organismo público debe tener hacia la buena arquitectura. Una arquitectura que lo cobija y le confiere una personalidad única e impagable.

El segundo de los proyectos que Carlos desarrolla en Castelló a partir de 1994 lo hace con el mismo equipo de colaboradores, incorporando a Ramon Pascual y Ofiplan S.L. pero sin la presencia de Carlos Bento. Es el Auditorio y Palacio de Congresos de esta ciudad. El Auditorio es un proyecto que arranca de muy atrás, se gestó para otro solar en la ciudad. El primer proyecto, por lo que yo tengo entendido, se ubicaba en el lateral de la Escuela de Artes y Oficios, en el solar de la antigua Imprenta Municipal y en lo que actualmente es el Espai d’Art Contemporani.

Era un solar muy acotado con un amplio programa para lo cual se tuvieron que experimentar y diseñar soluciones espaciales de gran interés afirmando una cierta autarquía respecto de un entorno muy agresivo. Pero la vieja costumbre de nuestros políticos de variar los parámetros de la arquitectura “sin previo aviso” hizo que se trasladase el proyecto a la ubicación actual, cerca del Lledó.

La adaptación convino que se tuvieran que mantener planteamientos espaciales que aquí no resultaron completamente idóneos, obteniendo un conjunto un tanto hermético, excesivamente independiente de un entorno al que debería haber ayudado más a generarse y con el que debería haber entablado una moderna complicidad funcional y espacial.

El edificio es un prodigio de ejecución, con unos hormigones blancos abstractos espectaculares y cuenta con guiños espaciales y soluciones técnicas que se explican tan solo a partir de la existencia de este proyecto inicial. Posteriormente Carlos en solitario firmará el Parque del Auditorio en los alrededores del edificio cuyo resultado, interior y exterior, nos recuerda intensamente al Palau de Congressos de Catalunya. Con este mismo equipo de arquitectos sin las incorporaciones del Auditorio, en 1996 Carlos Ferrater firma dos viviendas unifamiliares en la urbanización Torre Bellver en la costa de Oropesa frente a Benicasim, las dos ampliamente publicadas. Y con él más la incorporación al equipo técnico de Xavier Marti, en 2005, una espléndida vivienda en la urbanización La Coma de Borriol.

Un edificio cuya planta nos recuerda poderosamente las experiencias de las Case Study Houses californianas pero que abruma con su estructura preparada para otear el horizonte sobrevolando un vernacular muro de pedra en sec que nos acompaña a un acceso formalizado con tintes muy brasileños. Pero la actividad de Carlos no termina aquí.

En 2006, y en los alrededores de la ciudad, en la partida Fuente de la Reina, construye un edificio de servicios y sede social de una empresa de 4 jardinería (Viveros Azahar). El edificio revoluciona la tradicional percepción clásica integrando un esquema de dos alas abiertas irregulares con el uso de una geometría fractal extendida a todas sus superficies, a su vez resueltas con el mismo material. Esta proverbial unidad estilística será puesta en crisis por el paso del tiempo y el devenir de las eternas condiciones climáticas pero la apuesta llegará muy lejos en su sugerencia proyectual propositiva. La ciudad de Castellon le debe, además, dos grandes promociones residenciales.

La primera de ellas es Boera Park a la entrada por el sur, una enorme codificación residencial en palazzinas coordinadas que firma en compañía de Jose Luis Rokiski Martin y Jose Luis Gimeno Serrano, hijos del tándem de arquitectos que dirigieron el Antiguo Ministerio de la Vivienda en Castellón, segundo de ellos, alcalde de esta ciudad. La segunda promoción residencial es el edificio de 125 viviendas en la manzana anexa al Corte Ingles del Paseo de Morella, con Xavier Marti y Alberto Peñín, resolviendo una curiosa y residual forma urbanística, sobre el terreno ganado en el periodo de la alcaldía de Gimeno con el soterramiento y desplazamiento de las vías del ferrocarril, resuelta con un repertorio de materiales inequívocamente personal.

El ultimo edificio al que nos debemos referir, edificio y urbanización de su entorno más inmediato, es la Biblioteca de la vecina ciudad de Vila Real. Resultado de un concurso para la adjudicación conjunta de proyecto y obra que se falló en septiembre de 2009 y que fue adjudicado al equipo de arquitectos formado por OAB, Peñín Arquitectos y, de nuevo, Jose Luis Gimeno Serrano; con la asistencia de BECSA como empresa constructora.

Una solución muy comprometida por cuanto que debía posicionarse sobre un parking preexistente (casi un sello de identidad de Vila Real) que derivó en un prisma paralelepipédico evanescente, delimitado lateralmente por multitud de sutiles hilos cerámicos.

Y la última intervención a la que me referiré es haber resultado ganador del Máster Plan de la Ciudad de las Lenguas del Grao de Castelló. Un proceso selectivo que la Administracion de su momento procuró incomprensiblemente silenciar. Los proyectos participantes y sus resultados solo se expusieron tras una denuncia formal realizada por este colegio y porque así lo indicaban las bases ....... en Alicante!, en un foro cerrado, al que solamente se podía acceder con invitación. Un episodio propio de la España surreal.

El concurso fue el mayor logro conocido de la Sociedad de Proyectos Temáticos de la Comunidad Valenciana que integraba la anterior denominada Castelló Cultural, que fue donde había ido a parar el año 2005 Jose Luis Gimeno Ferrer, primer edil desde 1995 después de su forzada dimisión. A los cuatro años y en plenas navidades de 2009 convocó este concurso sobre los terrenos del aeródromo del Grao. Realmente constituyó una mezcla de alivio y estupor combinados el que sentimos cuando se publicó en la primera plana de un conocido periódico local (El periódico Mediterráneo) la maqueta del ganador, antes incluso de que la comunicación oficial del resultado hubiera llegado a los participantes.

Junto a esta maqueta (sistema de representación prohibido en las bases del concurso) Alberto Peñín atestiguaba que la propuesta ganadora de este singular proceso selectivo era la presentada por OAB; con su colaboración y la de Carlos Guillamón, Alejandro Rubert y Rafael Ibañez.

Posteriormente el CTAC, de la mano de Jose Maria Medrano y en este mismo salón, totalmente al margen de la Administración, ofreció a la sociedad un debate participativo para dar a conocer al ganador y el resto de los trabajos que se presentaron, un esfuerzo del que todavía queda un 5 blog accesible y en funcionamiento.

Afortunadamente a fecha de hoy, la ocupación de los terrenos del aeródromo no se ha consumado y esperemos que el próximo Plan General establezca unos usos más claros y sostenibles a este inestimable pedazo reversible del ecosistema litoral.

Esta comarca guarda memoria de muchas de tus polifacéticas actividades y deseaba que se conocieran por todos quienes hemos venido aquí a acompañarte en este cierre de ciclo e inicio del nuevo que tu inauguras igual que lo hiciste con el anterior. Tienes la palabra en este foro presencial y en el telemático, ambos están deseosos de escucharte. Muchisimas gracias por tu presencia.