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Industria

La cerámica, en vilo por la falta de nuevos colocadores en España

«En una década se habrá jubilado un tercio y no entran jóvenes», advierte Proalso. Esta semana 15 profesionales de Reino Unido vienen a Castelló para formarse

11.11.2021 11:02

En Castellón y en toda España, a los colocadores de cerámica con experiencia y conocimiento de los nuevos materiales, normativas y técnicas se los rifan. Pero no son suficientes, ni en la provincia ni en el mundo. El repunte de las obras y la locura por las reformas en el último año y medio, ya antes de la pandemia, ha agravado una problemática marcada por la falta de relevo generacional y el necesario reciclaje de los veteranos.

El secretario general de la Asociación Profesional de Alicatadores Soladores (Proalso) --con sede en Castelló--, Matías Martínez, explica que «en el 2030 se habrá jubilado el 30% de los colocadores cerámicos que hay y la tasa de reposición no llegará ni al 5%, con lo cual cada año que pasa se pierde personal y crece el desequilibro entre oferta y demanda. Se dan tensiones muy bruscas porque la gente busca colocadores y no los hay. Y los buenos profesionales tiene lista de espera y no pueden asumir más trabajo».

Ofertas de trabajo de toda España

Los colocadores se buscan en todo el país: para obras de empresas o particulares en Madrid, Barcelona o Sevilla. Pero muy cualificados, para evitar patologías en el material si está mal instalado. El déficit es cada vez más crítico y pone en jaque a la propia industria. Los fabricantes a los que da voz la patronal Ascer admiten que «no hay suficientes colocadores cualificados para atender el consumo creciente nacional e internacional y asegurar las altas prestaciones del azulejo. Ese déficit pone en desventaja a la cerámica frente a otros recubrimientos alternativos».

En alerta desde hace cinco años

Desde Proalso, Martínez recordó que su organización, sin ánimo de lucro, lleva tiempo alertando. «En el 2015 debería haberse impulsado la formación de nuevos profesionales. Ahora no hay ni alumnado, nadie quiere trabajar en la profesión». Recordó que la pirámide está envejecida, «y a medida que avanza el tiempo por arriba saca a quienes se jubilan mientras por abajo no entra nadie. Nadie es nadie. Y va a más».

Como el caso de una empresa con cinco en plantilla: «Uno se jubiló en el 2020 y otra en el 2022. Quedarán tres, de más de 45 años».

Se necesita atraer personal sí o sí. ¿Cómo? Divulgando las ventajas del oficio. «Justo en Castellón tenemos los medios: experiencia, somos líderes a nivel internacional en desarrollo de metodologías y formación de colocación. De hecho, esta semana llegan 18 profesionales de Inglaterra invitados por Ascer para enseñarles en un curso teórico-práctico a colocar lámina cerámica. Y desde todas las partes del mundo nos piden información, documentación y asesoramiento».

Pero sin colocadores, «al final todas las baldosas que tenemos ahí fabricadas no se van a poder poner», advirtió. «La mano de obra en la colocación de cerámica es diez veces más intensiva que en la producción. En Castellón se fabrican 530 millones de m2 de recubrimientos cerámicos trabajando 15.000 personas. Para colocar esa cerámica harían falta 150.000 personas en un año».

¿Cómo atraer a la juventud?

«Es un oficio de futuro y puedes ser tu jefe, es el más creativo dentro de la obra, no es monótono, a corto plazo no lo sustituirán las máquinas y su demanda está asegurada para los próximos años, aunque tiene exigencias físicas y posturas repetitivas», apuntó el representante de Proalso. Los más formados superaron la burbuja inmobiliaria montando su propio negocio y ahora les va muy bien.

Noelia Martínez