NOVELDA (Alicante). Es lo que ocurre cuando una empresa tiene un nombre demasiado genérico, pero es que hace 70 años, cuando se creó, nadie pensaba en cosas como el branding o la diferenciación de marca. La marmolera noveldense Levantina Group se ha visto obligada a remitir una nota a los medios este miércoles para aclarar que no tiene ninguna vinculación con la «Levantina’ que aparece en el denominado caso Koldo, en el que se han visto salpicados el ex ministro José Luis Ábalos y el también ya ex secretario de Organización del PSOE Santos Cerdán.
Mientras el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, trataba de dar explicaciones en el Congreso sobre esta trama corrupta, la firma mostraba su preocupación por el daño reputacional que estaba sufriendo por la costumbre de la prensa de abreviar los nombres. Y es que la firma investigada es la constructora valenciana Levantina Ingeniería y Construcción, con la que el grupo noveldense no tiene relación alguna.
Según explican desde la compañía, desde el estallido del caso están recibiendo numerosas llamadas de clientes, alarmados por la posibilidad de verse salpicados por el caso. Evidentemente, algo que ningún gestor quiere que ocurra.
Unas llamadas que, además, se intensificaron después de que varios programas de televisión se equivocaran y emitieran imágenes de la fábrica y las canteras de la marmolera para ilustrar las informaciones del caso.
Ante esta situación, desde Levantina Group han optado por enviar un comunicado a los medios para pedirles que, en la medida de lo posible, eviten la confusión. «Desde Levantina Group se comprende que la abreviación del nombre de la empresa investigada no es incorrecta y forma parte de las rutinas propias de los medios de comunicación, buscando la, a veces, necesaria economía del lenguaje. Sin embargo, esta simplificación está afectando negativamente a la compañía», explican en la nota.
Por ese motivo, proponen que, «en la medida de lo posible», en las informaciones que se refieran a la investigación judicial los periodistas se refieran a la compañía investigada como «Levantina de Ingeniería y Construcción o, en su defecto, su abreviatura LIC».
Levantina Group es un conglomerado con 70 años de historia y sede social en Novelda dedicado a la extracción, procesado y comercialización de piedra natural. Además, en los últimos años ha diversificado su actividad con el lanzamiento de Techlam, una filial dedicada a la conocida como piedra sinterizada, un producto cerámico que imita este material.
La firma ha pasado en los últimos años por un fuerte proceso de ajuste para buscar su viabilidad, que le llevó a realizar un ERE en sus fábricas de mármol y en sus canteras a finales del año pasado. Además, también se desprendió de sus instalaciones de producción de granito en Galicia al inicio de este ejercicio.
Tras estos ajustes, la compañía aseguraba que había iniciado un periodo de recuperación y que ya anotaba un resultado de explotación positivo, por lo que confiaba en enderezar definitivamente su situación financiera. Una situación a la que no le conviene nada una confusión como la que se ha producido.
Por su parte, LIC, con sede en Alberic (Valencia), tuvo una etapa de al menos diez años de gran crecimiento que se derrumbó en noviembre de 2023 cuando tuvo que presentar un preconcurso de acreedores por los problemas financieros derivados de Argelia, uno de los países a través de los cuales se expandió por el extranjero, informa Jordi Cuenca.
También estuvo en Panamá, del que salió en 2022 por las dificultades en los pagos. La empresa entró en concurso de acreedores un año más tarde al no lograr reestructurar su deuda y el juzgado de lo mercantil número 1 de Valencia nombró administrador concursal a Tercea Assurance, que es la que resolvió finalmente la venta a Cyes. Su ex gerente y ex dueño del 20 % del capital, José Ruz, figura en el caso Koldo, por su vinculación con el exministro de Transportes José Luis Ábalos y el asesor de este Koldo García.