CASTELLÓ. Recientemente ha concluido en el Instituto de Tecnología Cerámica (ITC) el proyecto Recrimat para la recuperación de materias primas críticas, «un tema en el que se seguirá profundizando otras investigaciones, dada su importancia», indican desde el centro.
Desde la entidad explican que «esta es una de las principales preocupaciones que existen hoy en día, puesto que se trata de materiales esenciales para el desarrollo industrial y económico. Su suministro está sujeto a riesgos elevados, como interrupciones o fluctuaciones de precio. La concentración geográfica de algunas materias primas minerales, como es el caso del níquel o las tierras raras, pone de manifiesto la dependencia de otros países, generando un riesgo para la competitividad de la UE. La producción minera en Europa no cubre las necesidades internas y ante los desafíos económicos y ambientales, la UE busca aumentar su autonomía estratégica».
Así, el objetivo innovador de Recrimat es «recuperar materias primas críticas procedentes de dispositivos electrónicos, como las baterías de vehículos híbridos no enchufables u otros productos electrónicos portátiles de uso doméstico». A través de este proceso, «se promueve el aprovechamiento de materiales valiosos que, de otro modo, quedarían fuera de circulación. Además, se ha enfocado en optimizar el uso de recursos dentro de una economía circular, ayudando a reducir la presión sobre la extracción primaria de estos materiales».
Fuentes del equipo de investigación explican que «en este contexto, nos planteamos innovar para ayudar, mediante el reciclaje de materiales electrónicos, a buscar soluciones para reducir la presión sobre la extracción de recursos minerales y contribuir a la transición energética».
El sector cerámico, gran consumidor de diferentes materias primas, es uno de los principales beneficiarios de las soluciones que ofrece Recrimat. Por ejemplo, «la recuperación de óxidos de elementos utilizados en la fabricación de pigmentos cerámicos permitirá optimizar el consumo de estos recursos y fomentar la sostenibilidad del sector», indican desde el ITC.
El proyecto ha contado con el apoyo del Instituto Valenciano de Competitividad e Innovación (IVACE+i) a través de los Fondos Europeos FEDER de Desarrollo Regional.