MADRID. Desde Zaragoza, Consolis Tecnyconta quiere cambiar las reglas de la construcción. La compañía se ha especializado en la elaboración de piezas para la construcción industrializada. El núcleo de su negocio está centrado en la creación de módulos que posteriormente se pueden ensamblar para levantar edificios y naves industriales.
Con la sostenibilidad y la innovación por bandera, la empresa ha duplicado producción y ventas hasta alcanzar los cien millones en facturación. «Estamos en un momento muy importante para el sector, cada vez hay disponibilidad de más materiales con los que trabajar en el segmento industrializado. Los proveedores están empezando a proporcionar cemento y acero con el objetivo de reducir la huella de carbono. La evolución de las dos últimas décadas ha sido muy positiva», expone Marcelo Miranda, consejero delegado de Consolis Tecnyconta.
La empresa aragonesa Tecnyconta, con más de tres décadas de trayectoria, forma parte desde hace seis años de Grupo Consolis, líder europeo en construcción industrializada, con el que ha experimentado una gran transformación tanto productiva como de cultura corporativa. La sostenibilidad y la innovación son el centro de su estrategia de crecimiento. La plantilla se ha ampliado en más del 70% y ronda los 600 trabajadores. «Estamos muy satisfechos con lo que nos hemos encontrado en Zaragoza, es un lugar con mucho talento. Por ese motivo hemos doblado el número de empleados. La formación de los trabajadores aragoneses es muy buena», subraya el directivo. A pesar de ello, Miranda asegura que también sufren para encontrar el personal que necesitan. «Hay dificultades en todo el mundo para contratar. El sector industrializado tiene potencial para atraer talento puesto que es menos sacrificado que la obra tradicional», asegura.
«Queremos liderar desde Aragón un movimiento de transformación de la construcción en España que pasa por implementar la sostenibilidad en el sector y en el prefabricado», destaca el directivo.
Precisamente, la construcción industrializada es una de las soluciones que el sector inmobiliario identifica para agilizar la edificación de vivienda residencial, sin embargo, España está a la cola de Europa. «Nosotros trabajamos especialmente para los sectores industriales, como centros de datos, logística y ganadería y agricultura. Ahora estamos empezando con el residencial, pero la penetración de este mercado todavía es pequeña en España. En el norte de Europa, la mayor parte de los proyectos residenciales ya se realizan con construcción industrializada», expone Miranda. «La vivienda se ha convertido en el gran problema nacional de España. El precio de las casas está disparado mientras que el alquiler no para no subir. Por otro lado, la construcción sufre mucho por los retrasos en las obras, los sobrecostes y la falta de mano de obra. Por eso, creo que los productos industrializados pueden ser una garantía de entrega puntual en algunos proyectos», detalla.
El consejero delegado calcula que mediante la construcción industrializada es posible acortar hasta la mitad los plazos para terminar un proyecto. «Si un edificio tradicional tarda unos dos o tres años en levantarse, uno industralizado puede estar listo en un año. Podríamos hacer muchas piezas para diferentes edificios a la vez», expone Miranda. Este directivo constata que cada vez hay un mayor interés de las firmas del sector por explorar la construcción industrializada.
La otra pata de la estrategia de Consolis Tecnyconta está centrada en la sostenibilidad. «A través de la innovación, estamos trabajando para mejorar la sostenibilidad de la construcción, un factor que también nos ayuda a sumar a los jóvenes a nuestro proyecto», asegura el consejero delegado.
Desde la compañía sostienen que, como líderes en prefabricados de hormigón, tratan de impulsar la transformación de todo el mercado en España. «Tratamos de investigar y de invertir. Estamos abiertos a colaboraciones con el Gobierno, con start ups, con institutos de investigación y hasta con clientes. En los productos que estamos trabajando ahora hemos reducido en un 40% de la huella de carbono en su fabricación», expone.
Además de reducir la huella de carbono, la compañía está trabajando asimismo para reutilizar los productos que fabrica. «Para empezar, nosotros fabricamos un producto muy duradero, son edificios que van a durar 50 o hasta cien años. Pero si un cliente tiene cualquier problema y no quiere las piezas, nosotros las reciclamos y utilizamos para otros productos. Hace poco hemos completado una obra en la que todo el acero provenía de chatarra», ejemplifica Miranda.
El directivo señala además que la empresa está empezando a utilizar la inteligencia artificial como palanca para aumentar la productividad. «Las herramientas de inteligencia artificial nos permiten agilizar la creación de nuevos diseño en base a lo que hemos hecho anteriormente. Somos un sector de manufactura industrial, pero la inteligencia artificial nos va a ayudar a mejorar mucho», concluye.