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Expertos defienden el uso del azulejo en la construcción

30.01.2014 15:24

Baños, salones, cocinas, jardines, fachadas, cubiertas, murales... El material cerámico no conoce límites y puede ser aplicado en cualquier espacio, eso sí, siempre y cuando se produzca una buena elección de materiales y, sobre todo, una buena elección del sistema técnico para la adhesión o sujeción de las baldosas.

Empresarios, organizaciones y expertos defienden la validez del material cerámico frente a la caída de piezas que estos días se ha producido en el Palau de Les Arts Reina Sofía de Valencia, obra de Santiago Calatrava. Todos coinciden en que este problema, atribuido a una mala combinación de materiales y un desafortunado sistema de adhesión, está haciendo muy “mala publicidad” a un material “excepcional”, al asociar el azulejo “a la idea de que se cae”, tirando por tierra el esfuerzo de las empresas del sector por situarse a la vanguardia del interiorismo y la arquitectura.

“La cerámica es uno de los materiales que más pueden favorecer el resurgir de edificios y viviendas”, indican desde la patronal de fabricantes de azulejos Ascer: “Su durabilidad y ausencia de mantenimiento hacen de la cerámica idónea para su uso en contacto con el medio ambiente”. Valores como “la ecoeficiencia, durabilidad, diseño y sostenibilidad, además de su temperatura al tacto, rugosidad, textura, colores, geometrías, tamaños... los convierten en aliados espléndidos para la configuración del espacio”, defienden desde el colectivo.

“El Tile of Spain destaca precisamente por que son las empresas españolas más punteras en el desarrollo de aplicaciones de la cerámica para la arquitectura”, sentencia Ascer, atribuyendo los problemas de Calatrava a malas aplicaciones y de sistemas de adhesión.

TRAYECTORIA CONTRASTADA // El director de AICE-ITC, Gustavo Mallol, destaca que “el material cerámico ya ha demostrado, en millones de aplicaciones que, si se utiliza correctamente, puede durar siglos, incluso con aplicaciones en fachadas exteriores con tipologías de producto similares a las empleadas en el Palau de les Arts”, en alusión a los edificios modernistas, también realizados con trencadís. El problema de Valencia ha sido “una incompatibilidad de materiales”, pero no por la cerámica en sí misma.

“No hay ningún tipo de límite proyectual para la actual oferta de materiales cerámicos que existe en el mercado”, indica José Luis Porcar, quien fue director del extinto Instituto de Promoción Cerámica de Castellón (IPC). “Lo que hace falta es que los materiales se utilicen y escojan adecuadamente, y se instalen correctamente”, sentencia, opinión que ya expresaron también los miembros de Proalso, la asociación nacional especializada en la formación de profesionales de la colocación.

ARQUITECTURA // “La cerámica no tiene ningún tipo de problema bajo ningún concepto, lo que pasa es que hay que utilizarla bien... eso es lo que no ha ocurrido en el caso de Calatrava”, apunta el presidente del Colegio Oficial de Arquitectos de Castellón, Jaime Prior, quien tiene muy “claro que ha sido un problema de colocación, no del material”, a la vez que resalta “la capacidad de adaptación de la industria y su agudeza para descubrir nuevas soluciones”. En este sentido, apunta que “a 50 kilómetros tenían a un gran equipo de empresarios y profesionales para consultarles”.

En el Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Castellón, Alfredo Sanz, indica que “por supuestísimo que la cerámica es válida en cualquier ámbito edificatorio, siempre que se tomen las especificaciones adecuadas, respetando todo lo que debe ir reflejado en el proyecto de ejecución de la obra”, rompiendo así una lanza en favor del colectivo en el caso de Valencia.