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La falta de colocadores lastra a la cerámica

07.10.2019 13:41

La falta de colocadores, y más aún de profesionales especializados y con experiencia, se ha convertido en uno de los problemas más serios que afectan al azulejo de Castellón. Lejos de automatizar el proceso, los avances tecnológicos y los formatos cada vez más grandes hacen que la mano de obra sea cada vez más necesaria para evitar que una mala instalación deje al cliente que se decide por las baldosas cerámicas, sobre todo en un contexto de crecimiento de otros materiales competidores como el vinilo.

Esta situación ha activado las alarmas del sector azulejero. El presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos (Ascer), Vicente Nomdedeu, manifestó recientemente que la patronal será «más activa» en el ámbito de la formación y se propone incluso «liderar» los procesos si las administraciones públicas no dan los pasos esperados. Nomdedeu se refirió de forma específica a los colocadores y afirmó que «cada día hay menos, son más caros y esto provoca que la cerámica, que no es producto hasta que está colocada, sea más difícil de comprar porque hay otros sustitutivos que resultan más económicos».

EN LA AGENDA

La falta de colocadores se ha situado en la agenda en las últimas semanas. Ascer la puso sobre la mesa en una reunión reciente con el presidente de la Diputación de Castellón, José Martí, mientras Onda se comprometía a contratar a profesionales con carnet en las obras del municipio. Pero el problema, tal y como explican desde la asociación de colocadores Proalso, no es nuevo. Su secretario general, Matías Martínez, aseguró que hace tiempo que advierten de que la falta de profesionales, que se hace más evidente con el repunte de la construcción de los últimos dos años, es «evidente».

«No ha habido relevo generacional y muchos colocadores se jubilaron o se fueron a otros sectores con la crisis», afirma Martínez. Ahora, la competencia de materiales como el vinilo provoca que urja formar a toda prisa a nuevos profesionales. «Nunca habíamos visto tanta demanda formativa como la actual, ya que no solo procede de gente que quiere comenzar en el oficio, sino también de las azulejeras, distribuidores y despachos de arquitectura, que necesitan personal con conocimientos para vigilar la colocación».

Varias empresas del sector ya han creado sus propios departamentos de contract con técnicos y arquitectos que se dedican, entre otras cuestiones, a atender reclamaciones de clientes insatisfechos con la instalación.

Pese a que para considerar esta demanda ya han comenzado a realizar cursos para desempleados en ayuntamientos o en el marco del Pacte de la Ceràmica, desde Proalso (como también desde Ascer) piden a las administraciones más implicación. En la última Mesa de la Cerámica, el president Puig se comprometió a atender esta reivindicación.