Desconectar
Actualidad

La industria 4.0 multiplica la diferencia entre las azulejeras

13.11.2019 12:25

Los cambios a los que obliga la digitalización y la progresiva implantación de la industria 4.0 en el azulejo de Castellón corren el riesgo de ahondar en una división conocida dentro del clúster, la que existe entre los gigantes de la producción y el resto, una mayoría de empresas pequeñas y medianas que lo tienen cada vez más difícil en un entorno global y cada vez más competitivo. Solo una mejora de la conexión entre la universidad y el tejido productivo, que una vez más se constató que todavía es escaso y perfectible, podría equilibrar estas distancias dentro del sector.

Así lo pusieron de manifiesto varios ponentes durante el XV Congreso Internacional del Técnico Cerámico, que el viernes bajó el telón tras dos intensas jornadas de debate, precisamente, en la sede de la Fundación Universitat Empresa de la UJI. Tanto empresarios del sector como el consejero delegado de Grespania, Luis Hernández, amén de expertos externos al mismo como la científica del Instituto de la Cerámica y el Vidrio, Begoña Ferrari, reconocieron de forma implícita y explícita estas dos velocidades dentro del ámbito tecnológico.

FALLAN LOS MECANISMOS

Las firmas más grandes pueden desarrollar sus propios departamentos de innovación y tienen músculo para acometer inversiones importantes, mientras las más modestas pueden acudir a los proyectos del Instituto de Tecnología Cerámica u otras instituciones académicas. Y, tal y como apuntó Paco Corma, experto en innovación y director general de la firma QPT, pese a que llevan «varias décadas hablando de engrasar la relación entre empresa privada e instituciones, todavía fallan los mecanismos».

INVERSIONES

Con todo, y pese a que el presidente de la ATC, Juan José Montoro, afirmó en la clausura que hay que innovar, «y hacerlo más rápido que hasta ahora», desde una firma puntera como Grespania, Hernández destacó que las «fuertes inversiones» acometidas por las empresas en los últimos años colocan al sector en un momento de «alta productividad» en comparación con sus competidores. Aunque sin nombrar directamente a Italia, el empresario expuso que el azulejo español está sorprendiendo a otros países productores por «coordinar muy bien la innovación de producto con mejoras de productividad».

Quizá por ello, lanzó un mensaje optimista pese a la ralentización económica, que está provocando un «estancamiento en la exportación», al manifestar su convicción de que el 2020 puede volver a ser un año de crecimiento robusto para el sector azulejero. «Espero que volvamos a tasas de entre un 4 y 7%», indicó.

Hernández afirmó que la concentración en el sector seguirá, pese a que añadió que la creciente distancia entre firmas grandes y pequeñas también dificultará estos procesos. Además, indicó que por ahora «no hay demasiados» movimientos de empresas que optan por la multilocalización, aunque podría haberlos para acercar la producción a los mercados.