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Juan Vicente Bono: "Mantener las ventas del 2018 sería todo un éxito"

23.09.2019 11:15

La maquinaria cerámica se encuentra en un momento de encrucijada. Una primera etapa de la transición a la industria 4.0 está prácticamente finalizada, y la desaceleración que se otea en el horizonte puede ser un freno para que las empresas azulejeras sigan con sus inversiones en tecnología. El presidente de la patronal Asebec, Juan Vicente Bono, repasa este y otros aspectos de la actualidad del setor.

--¿Cómo cerró el 2018 en ventas el sector de la maquinaria?

Los datos al cierre del 2018 fueron positivos. El sector acabó con una facturación de 483 millones de euros, lo que supone un incremento del 16,56% con respecto al ejercicio anterior. Los ingresos procedentes del exterior fueron de 203 millones, lo que supone que en el extranjero se creció un 29,5%, mientras que en el ámbito nacional el incremento de ventas fue más moderado, del 8,5%. Este año tan positivo se debe a los últimos coletazos de un ciclo de inversión muy elevado por parte de la industria azulejera, que se ha tenido que adaptar a un entorno cada vez más digital. También el cambio de la pasta roja a la pasta blanca ha obligado a los atomizadores a realizar inversiones.

--¿Ha cambiado el panorama en la primera mitad del 2019?

--Este año no creo que se superen las cifras, y mantenerlas o bajar ligeramente sería un éxito. Ya se ve una desaceleración económica que tiene más relación con el entorno mundial que con especificidades españolas, y la gran pregunta es cuál será su alcance. Estados Unidos se está blindando, Reino Unido seguro que notará las consecuencias del brexit y en Italia también hay un nuevo gobierno que veremos hasta que punto es más proeuropeo y si da estabilidad. Por ahora, los grandes fabricantes siguen invirtiendo a buen ritmo, y la concentración de empresas a la que estamos asistiendo en el azulejo también implica inversión para adaptar las plantas.

--¿Hay algún país en el que tengan margen de crecimiento?

--Argelia, país que está cerrado para el azulejo, es uno de los que más maquinaria está demandando porque quiere convertirse en un importante productor de baldosas. En cambio, en Irán es cada vez más difícil entrar porque si trabajas allí es imposible vender en Estados Unidos. Tenemos mucho interés en todo el continente americano, pero también detectamos que nos cuesta cada vez más. Brasil no pasa por su mejor momento y el resto la región tampoco vive una situación boyante por cuestiones internas. De hecho, teníamos previsto realizar una misión comercial a Perú para finales de año pero la hemos cancelado porque no se daban las circunstancias adecuadas.

--Este año no hay Tecnargilla, pero entiendo que estarán muy atentos a cómo vaya la feria.

--El año pasado Cersaie no fue todo lo bien que esperábamos. En cambio, unos meses después en Cevisama sí hubo mucho movimiento. Veremos si hay continuidad, porque si los azulejeros no crecen para nosotros será difícil mantener el nivel. Pero aunque las ferias son un buen indicativo, si la economía mundial flojea, un buen Cersaie no será suficiente para dar confianza.

--¿Qué comportamiento está teniendo el sector en España?

--El 2018 logramos crecer, pero menos que en exportaciones, lo que nos está obligando a diversificar nuestros modelos de negocio. Además de maquinaria para azulejeras, hay empresas asociadas en Asebec que tratan de encontrar nichos de mercado en otros sectores, como el de las materias primas o el textil. Otro reto que tenemos y que será decisivo para mantener el crecimiento en España es el hecho de que debemos encontrar la fórmula de que las pequeñas y medianas empresas también se sumen a los avances tecnológicos. Es clave para su futuro en un entorno competitivo, pero también para nosotros.

--Este mes arranca el módulo de FP de Electromecánica de Maquinaria en el IES Politècnic. ¿Están satisfechos?

--Fue una demanda del sector y, aunque en el ámbito de la Formación Profesional queda mucho por hacer, ya es un paso. Sigue existiendo una gran carencia de técnicos, soldadores y otros perfiles. Nuestra exigencia es trabajar para lograr una FP dual potente para equipararnos, a nivel educativo, con países punteros a nivel industrial como Alemania.

--Desde hace unos meses tienen una vocalía en la Confederación Empresarial Valenciana. ¿Qué esperan sacar con su presencia?

--La CEV ha ido creciendo y han aumentado los miembros del comité ejecutivo. A nivel de clúster, muy conectados con las autoridades valencianas, pero queremos una CEV potente con mucha representatividad en la CEOE y con influencia en la política.