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Conoce el modelo PPA de inversión solar fotovoltaica en techos

11.02.2021 10:48

Ante el boom que está experimentando la implantación de energía solar fotovoltaica en amplios sectores industriales, debido fundamentalmente a la agresiva reducción de precios que esta tecnología ha practicado en los últimos años, se abren nuevos modelos de negocio. Estas alternativas posibilitan, más que nunca, la incorporación de electricidad renovable a los procesos productivos.

En particular, la suscripción de un contrato bilateral de compra de energía, que ha sido previamente generada en la misma cubierta de la factoría (fórmula también conocida como contrato PPA, por las siglas en inglés Power Purchase Agreement) constituye una atractiva opción para aquellas industrias, como la azulejera, que quieran acceder a consumir energía solar sin que ello conlleve una inversión inicial.

Un PPA consiste en un acuerdo entre dos partes en el que una empresa generadora de energía construye y opera una planta solar fotovoltaica situada en la propia fábrica que va a ser el receptor final de esta energía, generalmente en los techos o marquesinas existentes, aunque también puede ser en suelo si existe disponibilidad. Este acuerdo se suscribe con la compañía consumidora de electricidad, es decir, la propia fábrica, y se prolonga durante varios años, según el acuerdo al que lleguen las partes.

La empresa IM2 Energía Solar, referente en la construcción de plantas solares fotovoltaicas en el sector cerámico, ofrece desde hace meses la opción de acceder a este tipo de contratos, basándose en su experiencia de 16 años en la construcción y explotación de plantas fotovoltaicas en España y Latinoamérica.

Las ventajas para la empresa compradora de energía son múltiples, según relatan desde IM2 Energía Solar: «Por un lado, se evita un coste de inversión inicial que permite dedicar esfuerzos financieros a la actividad esencial de la compañía, externalizando la producción de electricidad a un especialista; y, por otro, el precio al que se llega en este tipo de contratos suele ser inferior al de mercado, con un ahorro en la factura energética». Entre los beneficios también se incluye la contribución a paliar los efectos de la crisis climática y una reducción inmediata de la huella de carbono de la empresa consumidora de energía.