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Montoro: "Es fundamental que el sector cerámico se oriente al cliente"

16.01.2020 16:57

Juan José Montoro es el presidente de la Asociación Española de Técnicos Cerámicos (ATC), un colectivo con sede en Castelló, más de cuatro décadas de trayectoria y con gran predicamento entre los profesionales del sector. La entidad ha celebrado recientemente el Congreso del Técnico Cerámico, una cita exitosa que, cada dos ejercicios, focaliza su atención en aspectos como la digitalización y la implantación de las últimas tecnologías.

--¿Qué ha aportado el Congreso del Técnico Cerámico?
—El objetivo de esta nueva cita ha sido dar continuidad al debate iniciado en la anterior, que estuvo dedicada a reivindicar el papel que tiene que desarrollar el técnico cerámico en la transformación de la industria cerámica al modelo 4.0. Abordando el reto que supondrá la transformación digital de las firmas cerámicas, y su camino hacia la fábrica inteligente que conecte a personas y máquinas, eliminando barreras y compartiendo en tiempo real datos que conduzcan a la obtención de productos personalizados.

El técnico debe ser consciente de los cambios que impone la transformación digital y debe liderarlos. El técnico debe formarse en nuevas tecnologías y potenciarlas para que se implanten en su empresa. No hay que tener más miedos a los cambios que los propios de la novedad y debemos tratar esta situación como una oportunidad, porque no hay que competir con los robots, sino que los tenemos que liderar, con una visión humana.

--¿Cuáles serían sus conclusiones de la cita?
—De todo lo tratado, que fue mucho, resumo que el hombre debe estar en el centro de todos los cambios y que no hay que competir con los robots, sino liderarlos. Otras serían que la transición energética es fundamental hacerla hacia la descarbonización, con sentido común, pues las alternativas se irán imponiendo gradualmente (las energías tanto renovables como no renovables tienen límites). Que la digitalización está en marcha y a buen ritmo, pero la transformación digital aún estamos digiriendo su conocimiento para poder implantarla. Que es fundamental para el futuro de nuestro sector orientarnos al cliente. Y esto desarrollará la producción aditiva, flexible y personalizada. Porque la única manera de crear valor será que nuestros clientes tengan una buena experiencia con nuestros productos y servicios.

Y, finalmente, que para seguir siendo líderes en el mundo, solo tenemos un camino: la innovación. Y que necesitamos formar y apoyar a las nuevas generaciones para que adquieran todas las habilidades necesarias para que nuestro sector siga siendo líder.

--¿A día de hoy, ¿cuáles son las principales incertidumbres para los profesionales del sector?
—Entender el mundo digital al que vamos, donde estaremos todos conectados y que los problemas serán poliédricos con soluciones complejas y que para eso nos ayudaremos con las herramientas digitales. Hay que entender que toda la empresa estará orientada al cliente y la producción será personalizada.

Los miedos a todos los cambios que se nos vienen encima, que es bueno tenerlos, no dejan de ser una oportunidad. Los puestos de trabajo están cambiando, desapareciendo y creándose multitud de nuevos. Ahora sí, con perfiles y exigencias nuevas. Por eso tenemos que ser proactivos para formarnos y adquirir nuevas habilidades, ser muy flexibles y adaptativos y creativos, emprendedores de la innovación continua. Porque cada vez más la cualificación será más alta. Y volver a remarcar que las tecnologías no nos tienen que dominar a nosotros, somos nosotros los que dominamos a las tecnologías usándolas para innovar y conseguir ser más eficaces.

--¿Cómo estima que será la industria azulejera en 10 años?
—A la velocidad con que los cambios se van produciendo, es arriesgado hacer una previsión, pero ahí va. Vamos a un mundo diferente, digitalmente denso, con todos conectados y en el que es fácil conectar personas y dispositivos, con lo que si alguien cree que tiene una ventaja competitiva que es tener acceso a determinados clientes, puede olvidarse de ella, porque vendrá alguien y acabará con ella rápidamente.

La sostenibilidad habrá cambiado la sociedad económica tal como la conocemos hoy en día y debería estar orientada a la preservación del planeta con el hombre como centro de la misma. La función de producción será una etapa más e iremos a soluciones genéricas y flexibles, capaces de hacer cualquier cosa y en cualquier momento: la producción aditiva.

Pero además será clave la innovación, porque la cerámica será polifuncional en un mundo sostenible. Como material resistente y polivalente, estará dotado con propiedades funcionales que ayudarán a las ciudades sostenibles (protectora, higiénica, bactericida, domótica, conductora y receptora de energías...). Todo estará concebido como servicio al cliente y percibido por él como una experiencia. A partir de aquí, con todos los datos que tendremos, la logística será muy potente.

Las empresas estarán globalizadas y veremos muchos núcleos de producción adaptados a situaciones estratégicas de servicio, con lo cual aumentará la deslocalización. Paradójicamente, creo en el clúster cerámico, ahora y dentro de una década, si actuamos todos los actores como si fuéramos una gran empresa globalizada, con una transferencia interna de conocimientos que siga potenciando la innovación como eje tractor del liderazgo. Seguirá siendo imprescindible el conocimiento transversal y la aparición de plataformas colaborativas de servicios. Como dijo en la presentación del congreso Eduardo Calvo, “la agilidad es la nueva eficiencia” en un transformación digital que es, por sí misma, una oportunidad.

--¿Y qué cambios considera más acusados si comparamos la situación con respecto a hace 10 años?
—Los cambios han sido brutales. Y el más importante ha sido el cambio en la mejora de la gestión empresarial. Hemos pasado una crisis que se ha llevado por delante la mitad del sector, con una disminución de empleo de otro tanto. Pero en vez de hundirnos, hemos aprendido que hay que gestionar mejor y eso ha llevado a cotas de mejora en la eficiencia de todas las áreas de la empresa muy considerables.

Como ejemplo, las empresas se han orientado hacia el cliente y a mercados exteriores. Y aunque hemos sido más competitivos por la disminución del coste, al aumentar la eficiencia productiva y de gestión de la empresa en general, hemos cometido el error de dedicar buena parte de los esfuerzos a disminuir el precio de venta. O sea, la ventaja competitiva la hemos regalado a los intermediarios principalmente.

Hemos invertido en nuevas tecnologías, innovando constantemente, con el ejemplo de la impresión digital y los grandes formatos, consiguiendo el liderazgo tecnológico en el mundo. Además, las empresas se están posicionando en dos modelos: el de escala, volumen y precios controlados; y el modelo de negocio de valor y más orientado al cliente.
Finalmente, considero que el aumento de calidad, productividad y eficiencia durante la última década ha sido sorprendente y, por ello, se han multiplicado la entrada de los capitales foráneos en las empresas. También destaco que las plantillas están más cualificadas y en proceso de mejora y adaptación.

--Ante el éxito del Congreso y la necesidad de divulgar los numerosos cambios que se están produciendo con celeridad, ¿valoran cambiar su periodicidad de bienal a anual?
—Me gustaría, pero en esta bendita tierra tenemos mucha actividad, a veces desmesurada. Como decía del clúster cerámico, es conveniente que vayamos coordinados para aprovechar mejor todas las sinergias. Nuestro congreso es bienal, Qualicer también es bienal y la feria de transferencia científica Destaca también. Tenemos que trabajar juntos para sacar a cada evento el mejor provecho y hasta ahora hemos respetado las fechas para no doblar los esfuerzos.

Para la divulgación de los cambios que se van produciendo, vamos organizando jornadas focalizadas en temas concretos. Finalmente, quiero agradecer nuestra gratitud a empresas e instituciones que nos han apoyado. A los ponentes que han dado lo mejor de sí y a las personas que han aportado su esfuerzo en organizar y en participar en la convocatoria.