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Tres millones separan al inversor árabe de la planta de CC Bonet

07.01.2015 09:35

Sin acuerdo posible. Ha pasado casi medio año desde que el grupo saudí Dar Ceramics anunciara la adquisición de las filiales de Colorificio Cerámico Bonet (CCB) en el extranjero, pero, seis meses después, continúa sin alcanzar un posible acuerdo para hacerse con la sede central y planta productiva que la extinta compañía tiene en Ribesalbes. ¿La causa? Los más de 3 millones de € que separan del acuerdo económico al jeque de la banca acreedora.

Y todo a pesar de que en junio, cuando el diario Mediterráneo reveló la operación, las negociaciones se vaticinaban relativamente rápidas. Sin embargo, la realidad es que las diferencias están siendo insalvables. De un lado, el inversor árabe pone sobre la mesa 5,5 millones de euros por quedarse la instalación de Colorificio Cerámico Bonet, la parte del lote cuya venta no aprobó el juez en el proceso de subasta de los bienes de la compañía de fritas, esmaltes y colores cerámicos fundada en 1957 y que entró en quiebra concursal en abril del año 2012.

Y todo a pesar de que la cantidad ofertada ha crecido considerablemente, puesto que en aquel momento solo fueron 500.000 €. Del otro lado está el pool de bancos que se han quedado con la fábrica a raíz de la deuda hipotecaria contraída por la compañía, de unos 18 millones, suscrita en su día para cubrir la expansión internacional. Las entidades financieras han asumido una quita importante, pero se niegan a bajar de “entre 8,5 y 9 millones de euros”, según ha podido saber Mediterráneo de fuentes bien informadas. Y en este punto está el toma y daca, que de momento no parece que vaya a solucionarse, y que de materializarse podría servir de vía para volver a retomar la actividad productiva y, por tanto, generar nuevos puestos de trabajo en un sector, el de las fritas y los esmaltes, del que Castellón es líder mundial y que está en plena expansión por su I+D+i.

Mediterráneo reveló el 5 de junio que el grupo saudí Dar Ceramics, propiedad de un jeque árabe, se había adjudicado las filiales de la histórica Colorificio Cerámico Bonet. El inversor, con sede en Jeddah y en su día cliente de la propia esmaltera castellonense, pasaba a ser el nuevo propietario de las filiales de CCB en China, Sudáfrica, Portugal, México y Argentina por unos seis millones de euros. La operación se hacía a través de una nueva sociedad, Colorificio Bonet SL, constituida el 1 de abril del 2014, con un capital de 2 millones de €, y controlada por Kab International Trading Holding Co, un grupo multinacional financiero fundado en 2002 en Kuwait. También compraba la maquinaria de la firma en Ribesalbes --12 hornos--, además de la propiedad industrial (marca, patentes...). Todo menos la sede central inmobiliaria. La quita que la banca esté dispuesta ahora a asumir tiene la clave.