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Ximo Puig urge al Gobierno para alargar la vida a la cogeneración

19.06.2018 10:30

La energía preocupa al azulejo. Así se evidenció ayer en una reunión de la Mesa de la Cerámica de la que salieron dos demandas compartidas por los empresarios y el presidente de la Generalitat, Ximo Puig: la necesidad de alargar la vida útil de las 28 plantas cogeneradoras que tienen otras tantas empresas del sector y la reivindicación de que las fábricas ganen potencia para reducir costes.

Ante estas dos realidades, el president Puig solicitó reunirse con las ministras de Industria y Transición Ecológica, Reyes Maroto y Teresa Ribera, para poner fin «en el corto plazo» a la «incertidumbre» creada en torno a la cogeneración y para plantear al nuevo gobierno que «no puede haber una política energética aislada de la industrial».

Con una recuperación de la producción consolidada --el año pasado se situó en los 530 millones de metros cuadrados--, a los fabricantes les preocupan los costes tanto o más que los ingresos. Por ello, la cuestión energética es fundamental, pues representa el 30% de lo que los gastos de las productoras de baldosas.

El mantenimiento de la cogeneración es la principal demanda de la industria, que teme que una de cada cinco plantas pare en los próximos «tres o cuatro años», como publicó Mediterráneo. El motivo es que esta fórmula, que permite generar electricidad a partir del calor sobrante de los hornos, tiene una vida útil de 25 años que está a punto de vencer, por lo que Puig se comprometió a hacer suya frente al Ejecutivo central la demanda del sector de prolongarla para que las empresas sigan accediendo a las primas que hacen rentables las plantas.

POTENCIACIÓN

La otra petición de las azulejeras pasa por lograr un aumento del nivel de tensión al que tienen acceso las fábricas, lo que según fuentes de la patronal Ascer repercutiría no solo en una mayor calidad del suministro, sino también en un abaratamiento de la factura eléctrica.

Según las mismas fuentes, más del 90% de las factorías cerámicas tan solo acceden a una potencia de 20 kilowatios, «pese a que por el consumo que realizan podrían acceder a potencias superiores, como ocurre en el País Vasco». No obstante, hasta ahora la empresa que se encarga del suministro les insta a hacerse cargo de los costes que supondrían estas inversiones, por lo que los representantes del sector piden la mediación de la administración.

COMPETITIVIDAD

El presidente de Ascer, Vicente Nomdedeu, aseguró que estas medidas son «claves» para la industria, pues la energía es «cada vez más importante». Nomdedeu añadió que hay países productores de baldosas donde «la factura energética es más barata, lo que les convierte en más competitivos» y calificó la cogeneración de «fundamental».